Los comerciantes se preguntan que fue lo que sucedió. “No sé si alguno se ha quejado por las ventas”, se preguntó Marta. Aunque el trabajo fue breve, un día o a lo sumo dos, fue suficiente como para generar quejas por la falta de ventas. “Estamos en este mes de vacaciones que es muy difícil el movimiento y me parece que han bajado mucho las ventas pero no es por ese motivo porque si estuvieron un día. Se sabe que en enero las ventas bajas”, indicó la vendedora.
También hubo molestias de los clientes de un supermercado vecino por falta de taxis. “Yo estaba acá atendiendo como ahora y se escucha todo lo que se habla en la vereda y mucha gente pasaba por acá quejándose porque no había remisses en la parada del Carrefour”, indicó Marta. “Era gente mayor que tenía que ir hasta la otra cuadra”, sostuvo.
Durante el miércoles de la semana pasada, todos los vehículos dejaron de circular a las ocho de la mañana. “No podían estacionar”, indicó. Pero luego de ese día, no hubo más movimientos. “Volvió todo a la normalidad. Yo pensé que al otro día iba a pasar lo mismo pero los vehículos empezaron a transitar normalmente”, acotó. La calle quedó “sin asfalto porque lo sacaron todo”.
El plazo de ejecución de la obra es de 180 días y está a cargo de la empresa Correa SA. El propietario de una zapatillería se preguntaba si era cierto que el plazo de construcción de seis meses. “Hay que aguantar seis meses, eh… y más a este ritmo…”, reflexionó. “Enero y febrero en general todos los años no hay venta, menos si no hay tránsito y la gente no concurre”, expresó Marta.
Otro frentista se lamentó por anticipado por el aumento del alquiler cuando la obra esté finalizada mientras que la dueña de un comercio de ropa interior se mostró levemente decepcionada porque la peatonal no iba a ser de restricción total al tránsito sino semipeatonal: se ensanchan las veredas y sólo queda lugar para un carril central. “Como en Salto que no se puede estacionar”, dijo.