Oxfam recuerda que todavía hay una ventana de oportunidad -cada vez más pequeña- para r
Entre las propuestas está que los más ricos dejen de evadir impuestos, el fin de la explotación y que la protección social sea universal y un esfuerzo para mitigar los impactos del cambio climático en las poblaciones más pobres.
El Banco Mundial ha calculado que si los países actúan ahora para reducir la desigualdad, la pobreza podría volver a los niveles anteriores a la crisis en sólo tres años, en lugar de en más de una década.
Los más pobres, más expuestos al virus
El informe denuncia también que las personas más pobres son las más expuestas desde el punto de vista sanitario. Para empezar, en general sus empleos mal remunerados no permiten trabajar desde casa, por lo que tienen una mayor exposición.
La pandemia ha puesto de relieve también las consecuencias para la población en los sistemas con menor protección social. Millones de personas en todo el mundo han visto cómo su fuente de ingresos se cerraba de la noche a la mañana sin ningún subsidio.
Desigualdades raciales y de género
El virus perpetúa y amplifica otro tipo de desigualdades como las raciales o las de género.
El informe de Oxfam pone el ejemplo de Brasil donde la población de descendencia africana ha tenido un 40% más de posibilidades de morir por COVID que la población blanca. Si las dos comunidades tuvieran las mismas tasas, se habrían salvado las vidas de 9.000 brasileños de descendencia africana. En Estados Unidos la enfermedad mata en mayor proporción a la población negra y latina. Si tuvieran la misma incidencia que la comunidad blanca se habrían salvado 22.000 vidas, según los cálculos de Oxfam.
En muchos países las mujeres han sufrido con más crudeza las consecuencias de las restricciones por la pandemia. Desde aumentos en la violencia de género al pasar más tiempo en el hogar, aumento de la carga de trabajo no remunerado en casa o pérdida de empleos «Informales» sin ningún subsidio.