La provincia consume anualmente el 3,71% de la energía eléctrica que se produce en el país: 3.756GW/h / 101.217GW/h.
Salto Grande tiene una generación anual promedio de 7.219GW/h.
Por los convenios binacionales Argentina utiliza aproximadamente 4.500GW/h.
Conclusión: entre el consumo actual de la provincia y la energía disponible de Salto Grande hay una diferencia positiva de 800GW/h.
El Tratado Binacional de 1946 determino la construcción de Salto Grande como una “central de base”: para ofrecer energía barata con el objetivo de lograr la industrialización de la región de Salto-Concordia.
El proceso de privatización ha desmembrado la estructura del sistema energético nacional. El estado nacional se ha transformado en la nodriza que amamanta con 21.000 millones de pesos las empresas que detentan hoy la generación y el transporte de energía. No solo otorga estos subsidios sino que realiza las inversiones en nuevas centrales : la potencia bruta instalada ha crecido en 4.391MW/h, casi un 20% en 8 años. Además, el estado nacional ha construido o tiene en construcción 5.008 km de líneas de muy alta tensión.
La no construcción de centrales hidroeléctricas (por su impacto ambiental) contradictoriamente, ha significado el crecimiento de la generación de electricidad
quemando combustibles fósiles.
La matriz energética nacional indica que hoy dependemos en más del 90% de los hidrocarburos –escasos y en proceso de agotamiento-. La mitad de la electricidad (un 15% del balance energético) se genera quemando hidrocarburos. En cambio la matriz energética en el mundo ha bajado al 58% de participación de los combustibles fósiles.
Antes del cataclismo de Menem, el horizonte de reservas de los hidrocarburos era de 18
años para el petróleo, 30 años para el gas. Hoy las reservas son de 7 y 8 años (según las
declaraciones juradas de extracción de las empresas).
Con este panorama, el gobierno provincial debiera contratar, para hacer una prospección a 20 años, no una consultora sino un astrólogo.
Hay que anotar también que Enersa puede definir solamente obras en la distribución de energía en tanto no se plantee el debate de invertir en generación.
También hay que anotar que la planificación de las inversiones industriales es de un horizonte muy corto, por lo tanto, mal se puede planificar la oferta a 20 años si sabemos a priori que no hay información certera del crecimiento de la demanda.
El aumento del consumo de electricidad en el orden nacional en los últimos 8 años, ha sido del 45,6 % (mas del 5% anual). El PBI, en el mismo periodo y en el orden nacional creció un 84%. Más o menos, la mitad del consumo es residencial.
Todos estos datos son bastante públicos y suficientes como para trazar una estrategia.
Primero, el estado tiene que inducir el uso racional de la energía, incluso orientando con normas de construcción, el diseño de viviendas y locales comerciales para el mejor uso de esta.
Segundo, el estado provincial deberá determinar la inversión en generación con fuentes de energía renovables como se esta haciendo con la energía solar. Reabrir el debate sobre la energía hidráulica: orientarse a la generación de electricidad sin represamiento de los cursos de agua, utilizando turbinas de eje horizontal.
Tercero, replantear la operación de la Central Hidroeléctrica de Salto Grande (dentro del proceso de repotenciación y completamiento) realizando las acciones políticas legislativas para que la oferta de la energía en la región de Salto-Concordia se produzca a valores del costo de generación (milésimas de dólar el kv). En consecuencia, inducir las inversiones industriales en la zona de la represa con la ventaja diferencial que significa la electricidad a un precio de casi cero peso el kv.
Salto Grande debe dar a la provincia no solo regalías y los excedentes, sino que debe cumplir su objetivo original que fue el sueño de los que la gestaron: debe ser la palanca de la industrialización de la ciudad de Concordia y su región.
El significado de esto en cuanto a reparación de las diferencias de la ciudad de Concordia en su situación socio-economica,y lograr disminuir sus particulares índices de pobreza e indigencia, seria de una trascendencia política histórica. Significaría llevar a cabo una función central del estado cual es, lograr el desarrollo armónico e integrado de toda la provincia. Por si, excede los límites del objetivo de una prospección energética, pero cabe en forma plausible dentro de una visión política realmente estratégica.
Por supuesto, esta visión estratégica provincial debe necesariamente, encajar dentro del proceso de recuperación de los recursos naturales de la nación y su planificación centralizada. Debe encajar, en particular en la reconstrucción de la estructura del sistema energético nacional desmembrado por la política de desguace del estado y destrucción del sistema de toma de decisiones nacional, en estos temas de carácter de significativa trascendencia.
