La Noche de los Lápices fue recordada en Paraná

Hasta allí llegaron muchos jóvenes estudiantes para adherir al acto, que convocó la Asociación de Familiares de Desaparecidos de Entre Ríos (Afader) y la agrupación HIJOS; que además contó con la presencia de Vera Jarach, Madre de Plaza de Mayo y de Beatriz Ruiz, quienes junto a Diana Guelar –que no pudo acompañarlas debido a un problema de salud– son las autoras del libro Los chicos del exilio. Ambas mujeres brindaron sus testimonios y sus puntos de vista sobre los jóvenes luchadores sociales de los 70 y la dura experiencia del exilio siendo las dos últimas apenas unas adolescentes.
Cerca de las 19 la plaza ya mostraba su fuerte perfil militante, con muchos jóvenes y reconocidos militantes de DDHH que aplaudieron con fervor a Jarach, que subió al escenario montado en la esquina de Enrique Carbó e Irigoyen al ritmo del un reconocido himno: Madre de la Plaza el pueblo las abraza.
La mujer, con el característico pañuelo que hizo conocidas a las Madres en todo el mundo y que es símbolo de su lucha, respondió humildemente a los cantos y propuso: “Tengo otra canción para darles”, y rezó: “Chicos de la Plaza el pueblo los abraza”. Luego, Jarach se dirigió a los jóvenes diciéndoles: “Tengo dos mensajes para ellos. El primero es el mensaje que nos dejaron nuestros chicos, porque ellos lucharon por un proyecto, un ideal, un sueño que ya no quiero llamarlo más utopía, porque las utopías uno piensa que no se logran y yo en cambio pienso que sí se pueden lograr”.
Luego de enumerar algunas de las muchas realidades por las que lucharon aquellos jóvenes se lamentó: “Desgraciadamente esa sangrienta dictadura, ese terrorismo de Estado truncó sus vidas y dejó inacabado ese proyecto. Pero el mensaje quedó y ese es el que les transmitimos a los chicos de hoy y a los chicos del futuro”. Así, instó a los jóvenes presentes a que “sigan en ese camino y logren lo que nuestros chicos no pudieron lograr, pero que algún día se podrá lograr”.
Ante el atento y respetuoso silencio que envolvía a la plaza, la Madre dijo el segundo mensaje a los jóvenes: “No olvidemos lo que no se debe olvidar. Recordemos, y ese es el mensaje de los puentes de la memoria”. Así, continuó diciendo: “Nosotros confiamos en este puente de la memoria, porque si bien no es una garantía absoluta de que las cosas no puedan acercarse de nuevo, serán advertidas en sus síntomas y habrá lo que no hubo en aquellos días: un compromiso verdadero de los ciudadanos en impedir que aquello sucediera. Este es el mensaje de la Memoria”.

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