“Cada uno tiene en su situación personal, familiar y laboral también muchas cosas positivas. Entonces en la Navidad debemos agradecer y valorar lo bueno. Lo negativo siempre vamos a tener pero no debe pesar tanto lo doloroso como agradecer por la vida, por las cosas que tenemos, por la casa y por la familia. Esto es muy importante”, dijo Petelín.
“Cuando hay situaciones difíciles en sí hay que seguir buscando en todo sentido como en el orden social como en distintas realidades pero sobre todo en lo espiritual, buscar siempre mejorar, pedir a Dios, orar y moverse en el orden social para tener una mejoría”, indicó.
Además manifestó: “siempre tenemos posibilidades y por eso es bueno no quedarnos ni desanimados, ni llorando o de brazos caídos porque no nos fue bien o porque hemos tenido problemas. No es bueno estacionarse, ni entregarse ni quedarse abatido. Mientras uno tenga vida hay esperanza y uno tiene que seguir luchando”, recalcó el cura párroco.
En cuanto a la celebración del 24 de diciembre, dijo que tienen previsto la celebración del Pesebre Viviente y de la Eucaristía. “A las 20 empezamos con el Pesebre Viviente y continuamos con la celebración de la misa pero es una misa un poco más festiva, más alegre, más participativa con alguna golosina después. Es todo lo que hemos organizado”, indicó.
Es la segunda Nochebuena y Navidad que Petelín, quien sucedió al padre Andrés Servín fallecido a fines de 2014, transcurre en la Parroquia. “Muy contento porque el Señor me ha regalado esta posibilidad de compartir aquí en la Zona Sur y contento de compartir con tantas personas que brindan su tiempo, su corazón, su servicio en las actividades de la Gruta de Lourdes, de Cáritas, del Banco Solidario y del Centro de Rehabilitación en el Juan XXIII. Con muchas personas se trabaja y a ellas debo agradecer de corazón. Y a todos los que se acercan tanto para recibir bendiciones como para recibir alimentos y todo aquello que necesitan de alguna u otra manera”, indicó.
Fue un año especial para la Gruta por algunos robos acaecidos como el del sagrario, el más reciente. “Hechos desagradables podemos tener pero no nos desaniman en nada. No nos dificultan, en el momento es un dolor pero vivimos con esperanza por encima de estos dolores que hemos tenido en el año. El balance es positivo. Las cosas buenas se pudieron realizar. La fiesta patronal fue muy hermosa y todo lo que hemos podido compartir a lo largo del año como retiros espirituales y actividades misioneras, la colaboración con las personas más carenciadas, la ayuda en las inundaciones. Son muchísimas las cosas positivas en medio de las realidades dolorosas que hemos vivido y sacamos siempre lo positivo y lo bueno”.
