El dinero comprometido por el gobierno deberá ser depositado en una fundación que se deberá formar entre los intendentes del departamento y las Juntas de Gobierno. “Esa fundación va a ser la que va a coordinar y a decidir como se gasta. Nosotros tenemos que encontrar la forma de cómo hacer los aportes como privados”, señaló.
Schunk estuvo acompañado por el Jefe de Gabinete de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. También estuvieron productores citrícolas, presidentes de las Juntas de Gobierno del departamento, y los intendentes de Villa del Rosario y de Santa Ana, Damián Candarle y Mario Toller respectivamente.
Mover señaló que ya están trabajando con los productores para ver como pueden completar el 50 % restante. “Para la fábrica se necesitarían alrededor de U$S 4.000.000 para comenzar a producir básicamente (jugo) concentrado. Después habrá que ir agregando el resto de la producción que podría dar esa fábrica. Hay un montón de productos que se puede sacar”, indicó.
La fundación que se debe conformar es un anticipo de la forma en que se deben nuclear los productores. “Debemos trabajar en forma asociada como en otros países está sucediendo. Creo que esta gestión ha despertado un montón de objetivos que teníamos nosotros como productores para seguir trabajando de la mejor manera que es trabajar asociados, mancomunados y no divididos como hasta ahora”, indicó el titular de la Fecier.
“Hay un grupo de 150 productores que están pidiendo una reunión a la Federación del Citrus para que en conjunto con el resto de las Juntas que estuvieron escuchando para ir eliminando dudas que quedaron en los productores”, acotó Mover.
Por otra parte, el titular de la entidad intermedia dijo que no puede visualizar a la futura fábrica como “la solución de la citricultura”. “Es parte de lo que necesitamos; es una alternativa más para una producción que por ahí no encaja ni dentro de lo que es exportación ni lo que es mercado interno”, explicó.
La planta estaría ubicada dentro del departamento Federación donde “hoy la citricultura está con más intensidad”. Pero la fábrica más cercana se encuentra a 100 km. “Hoy los costos de flete son muy altos. Los productores te dicen: ‘entre que yo la cosecho y la hago llegar a la primera fábrica que tengo, tengo que ponerle plata encima’”, explicó. En cambio, la existencia del emprendimiento les permitiría ahorrar en fletes trasladando la cosecha con sus propios medios.
Para Mover, la planta es un desafío. “Lo tenemos que hacer entre todos y sin mezquindades” dijo. Incluso, señaló que deben permitir que todos tengan derechos a tener lo que se proponen. “Hay un montón de objetivos que se irían cumpliendo para ayudar a esta actividad que tenemos como principal en nuestra región y que le está dando un medio de vida a gran cantidad de familias y a todos los pueblos que nuclea esta producción”, sostuvo.
