Irigoyen y Guastavino acordaron “dar un nuevo impulso” a la propuesta de que Argentina se haga cargo del traslado de la celulosa a una zona donde no genere contaminación transfronteriza. Así lo dijo el intendente en declaraciones a una radio porteña, luego de comunicarle la novedad a los ambientalistas que se encontraban en el corte de ruta de Arroyo Verde. El aval de los asambleístas se suma para contribuir que ese objetivo se cristalice.
La medida se efectivizará a pesar de las quejas formales del gobierno argentino y para prevenir una serie de hipótesis de supuestos atentados contra la planta que ayer salieron a la luz de manera extraoficial. Los rumores llegaron a los extremos de un ataque con un misil desde Gualeguaychú o un sabotaje de infiltrados en la papelera; situaciones que son insistentemente desmentidas por el movimiento ambientalista pacífico del sur entrerriano.
Los relevamientos de la Dirección Nacional de Inteligencia del Estado uruguayo, que se vienen realizando desde el jueves en Botnia, determinaron el incremento de la cantidad de efectivos que se dispondrán para la vigilancia militar. En principio se pensaba cubrir la custodia con unos 20 soldados, pero ahora se planea enviar entre 100 y 150, según publicó el diario montevideano El País.
Además, se supo que la dotación del Batallón de Infantería Mecanizada Nº 9 será reforzada con efectivos de otras unidades del Ejército para cumplir la tarea.
Los planes incluyen la realización de un simulacro de siniestro, que se haría en las próximas horas. Esta operación pretende medir la capacidad de respuesta de Bomberos, Policía, Fuerzas Armadas y servicios de emergencia médica, bajo la consigna de que nada quede librado al azar en materia de seguridad.
