“La llegada del genocida Bush a la hermana República Oriental del Uruguay para discutir temas comerciales bilaterales, después de visitar Brasil también por asuntos comerciales, en el marco del empantanamiento en Irak, demuestra a las claras que su avance en recomponer su ‘patio trasero’ tiene por objetivo aislar a Venezuela, Bolivia, Ecuador y Cuba.
Su falsa preocupación socio ambiental por América Latina, cuando son precisamente ellos los mayores generadores de contaminación y miseria en el mundo, no debe engañarnos; los imperialismos llegan con ofertas generosas como lo hizo EE. UU. invadiendo IRAK so pretexto de consolidar la democracia, y terminó imponiendo un régimen de sangre que a las claras tenía por objetivo la fuente de petróleo.
La decisión de Tabaré al recibirlo profundiza el mismo camino abierto con la defensa de Botnia, violando el estatuto del Río Uruguay, condenando al pueblo hermano de Gualeguaychú a la contaminación mortal de sus deshechos.
Los pueblos del mundo no podemos menos que solidarizarnos en la lucha con pueblos como Irak que enfrenta la invasión de Bush, y con Gualeguaychú que enfrenta a monopolios como los de Botnia y Ence. Y también es deber nuestro señalar y enfrentar a los presidentes como Tabaré, que han traicionado las promesas con las que asumieron y a los políticos nuestros que con dobles discursos oportunistas condenan hoy al Uruguay por la instalación de la planta cuando no hicieron nada ayer por impedirlo o hacen la vista gorda con la contaminación que sufrimos los argentinos como en Neuquén con el yacimiento de Repsol YPF en Loma de la lata, en Misiones, puerto Piray, donde Celulosa Campana SA contaminó el río Paraná y al pueblo Paraguayo que pese a las denuncias nada se ha hecho, en Catamarca con la mina Bajo la alumbrera cuyas filtraciones de ácidos hacia ríos y arroyos hacen estragos sobre la población, o la contaminación de la cuenca Matanza Riachuelo que agravó la pobreza, desocupación y miseria y salud de casi cinco millones de bonaerenses. Estos son sólo algunos de los tantos casos que sirven de muestra.
Hoy más que nunca llamamos a la unidad del pueblo argentino para impedir que sigan avanzando las industrias contaminantes e imponerle a los gobiernos políticas de Estado que tomen en sus manos la problemática, y a un fuerte abrazo al pueblo de Uruguay para que no se imponga la división entre países hermanos y enfrentar a los enemigos en común, tal como lo hicieran San Martín, Bolívar y Artigas, repudiando la llegada del genocida Bush”.
