Canteros señaló que se trabajó en tres etapas bien diferenciadas que consistieron en la capacitación del personal, la sistematización y análisis de los datos que exhibieron las 550 encuestas individuales y, para más adelante, la elaboración y lanzamiento de un plan estratégico para resolver los conflictos y los problemas hallados. En ese sentido, sostuvo: “Hablando específicamente de lo que serían alteraciones de la salud trabajamos con un recorrido metodológico de lo que es la enfermedad. Partimos de los estados de ánimo como manifestaciones tempranas de la alteración de la salud, seguimos con los síntomas y luego las patologías”.
El profesional indicó que el recorrido arrojó que “en lo que respecta a los estados de ánimo, encontramos que más del 50% de la población que estudiamos y encuestamos manifestó estado de ánimo negativo, es decir que se sienten tensionados, agotados y nerviosos al concurrir a su lugar de trabajo”, y aclaró que “esto varía según la jurisdicción de que se trate, lo que exhibimos son datos promedio de la provincia”.
No obstante detalló que “hay lugares vinculados con el estado de ánimo en que los porcentajes representan más del 50% de los trabajadores encuestados, como en Villaguay, La Paz, Feliciano y Federal. En el caso de Paraná campaña, Nogoyá y Diamante más del 60% de los trabajadores se manifestaron con estado de ánimo negativo”.
Si bien el trabajo se ciñó a la población de trabajadores que integran el Poder Judicial provincial, Benítez por su parte sostuvo que “no se descarta que éste mismo tipo de problemas los tengan empleados de la Provincia de otras reparticiones”. En ese sentido se mostró satisfecha porque “gracias al acuerdo con la facultad tuvimos esta oportunidad, pero queremos que esto sirva como piloto o disparador para que otras jurisdicciones y gobiernos puedan llevarlo a cabo y mejorar las condiciones de trabajo”, y agregó: “Nosotros tenemos estas problemáticas específicas, pero en otros ámbitos se dan problemáticas de distinto tipo”.
El profesional explicó que los síntomas considerados como estados de ánimo son manifestaciones tempranas de una patología, y expresó que “si las condiciones de trabajo actuales y las condiciones de vida actuales de estos trabajadores continúan, probablemente estos estados de ánimo después se transformen en síntomas y con el paso del tiempo se instalen como patologías”. Por eso destacó el importante caudal de información que arrojó el informe, porque sostuvo: “Esto nos posibilita desarrollar políticas de prevención”.
Condiciones de riesgo
La mala calidad de los instrumentos y medios de trabajo, edificios obsoletos con presencia de distintas cargas físicas y de riesgos químicos y biológicos, exigencias posturales y posturas incómodas que realizan en el trabajo, atentan contra la salud de los trabajadores. Así, el informe reveló que un 80% de los trabajadores toma posturas incómodas cuando trabaja, un 70% lo hace de pie en gran parte del tiempo y el 68% lo hace en muebles incómodos.
No obstante este panorama, el profesional evitó pensar la problemática sólo desde el punto de vista de la infraestructura: “En el ambiente laboral, cuando se hacen estudios de salud se contempla que un trabajador tiene presencia de estos factores de riesgos físicos como poca iluminación, altas temperaturas, malas posturas; sumados a la presencia de ruidos y a la naturaleza del trabajo judicial que fundamentalmente se relaciona con el conflicto y genera exigencias de orden psicológico”. Entonces, explicó: “Uno hace una sumatoria de todos estos elementos y después puede fraccionarlos para estudiarlos, pero el trabajador está en simultáneo frente a todas esas situaciones donde la cantidad de riesgos, cargas y exigencias laborales se sinergian y pueden producir síntomas asociados a los psicosomático en unos y más asociados a lo osteoarticular en otros”.
Los cifras que dan la alarma
El estudio reveló tres grandes grupos de síntomas: los que dañan al sistema osteoarticular (dolores de cuello, espalda, cabeza, musculares en general, pesadez de piernas) que afectan a un 60% de los encuestados; en segundo lugar, los que dañan al sistema visual (irritabilidad y disminución de la agudeza visual) que afectan al 50% de los trabajadores; y el tercer gran grupo, que afecta al 40% de lo trabajadores judiciales entrerrianos, son los famosos síntomas asociados a las problemáticas psicosomáticas. Son los síntomas emocionales vinculados con la angustia, con dificultades para concentrarse, con la pérdida de la memoria, con el nerviosismo, con cierto decaimiento y el ardor estomacal, que se pueden relacionar con situaciones tensionantes en el trabajo.
Vinculados a las patologías, que es el otro elemento que se investigó con relación a las alteraciones de la salud, se encontró que el perfil de síntomas lo encabeza el estrés con el 32% de trabajadores que manifiestan que un médico le diagnosticó esta enfermedad. Después le sigue la miopía y el astigmatismo con un 28,3%, la gastritis con un 23,3%, las alergias con un 20,8%, la hipertensión arterial con un 17,7%, el lumbago con un 16% y el colon irritable con un 15%.