La mitad de los cosecheros de arándano registrados en 2008 provenían de otras provincias

Raul Briozzo, secretario de Acción Social de UATRE, estimó que en Concordia el año pasado llegaron 5500 personas provenientes en su mayoría de Santiago del Estero y de Chaco. “Vinieron de Tucumán también, de Salta, de Santa Fe menos cantidad, de Corrientes bastante que fueron los que estuvieron los primeros 20 o 30 días”, indicó. En la actividad trabajan cerca de 5500 0 6000 jornaleros de Concordia. En total, Briozzo estimó que en 2008 trabajaron 12000 personas que fueron registradas.
En ese momento había 1400 hectáreas de arándano. “Hoy ya no existen todas esas hectáreas porque se han caído. Tenemos el caso de Agromur que levantó la mayoría de sus instalaciones y las plantaciones las abandonó. Eran unas hectáreas importantes que había ahí”, indicó Briozzo. De ese total, en UATRE creen que 180 has. fueron abandonadas. “Estamos hablando de la provincia. En Gualeguaychú abandonaron todo”, indicó.
No obstante, el gremialista de UATRE estimó que para esta cosecha estiman que arriben un número similar de jornaleros de otras provincias. “Es lo que nos ha dado a conocer la Cámara de Arandaneros”, dijo. Por lo pronto, ya fue confirmada la llegada de 220 santiagueños que trabajan en una sola explotación.
Las estimaciones varían sensiblemente si se consulta al Sindicato de la Fruta, que está en pugna con UATRE por la representación sindical de los arandaneros. El secretario general de éste último sindicato, Alcides Camejo, dijo que cuando estuvo reunido con la secretaria general de APAMA, Graciela Taylor (quien no respondió a la consulta periodística de DIARIOJUNIO sobre este tema): “me dijeron que se ocupó de mano de obra en el 2008 cerca de los 20.000 trabajadores”. Y estimó que de otras provincias “se trae un 15 o un 20 %”.
¿Por qué se contrata gente de afuera cuando hay mano de obra disponible en la ciudad? “Es más fácil explotar a la gente de afuera y no a los trabajadores de la fruta que saben los derechos y saben el convenio que tenemos y por ahí les molesta a estas mal llamadas ‘agencias de servicio’ que van a buscar de otros lados y les pagan lo que quieren”, dijo Camejo. Asimismo, consignó que una bandeja se paga cerca de $ 4. “Sacan dos o tres bandejas y el jornal debe estar entre los $ 75 y $ 80”, ejemplificó.
Por otra parte, en la Dirección del Trabajo ya registraron a 180 menores inscriptos para trabajar en la cosecha de este año. “Estoy en contra de esa modalidad de sacar a los chicos del colegio para explotarlos en los arándanos. Me he ganado algunos enemigos por eso pero voy a seguir con mi posición”, advirtió Camejo.

Alojamiento infrahumano
El año pasado hubo varias denuncias sobre las condiciones de alojamiento de los obreros provenientes de otras provincias. Briozzo dijo que el arándano es una actividad “nueva”. Por lo tanto, indicó que: “siempre vamos a tener ese problema lamentablemente porque es un ciclo muy corto y vos no podés manejar porque ahora tendríamos que estar con 15 días de trabajo y apenas llevamos el 20 % de los trabajadores”.
No obstante, cuando mejore la situación climática el arándano madura “de golpe” y en ese momento es que se necesita toda la gente disponible. “Esto no justifica para nada que se los trate mal a los trabajadores y se los tenga en malas condiciones”, dijo Briozzo. “Ahora están atrasados pero cuando viene un calor como hubo hoy la verdad que el arándano apura y ahí es donde hacen uso y abuso de la gente de afuera”, sostuvo Camejo.
La semana pasada, el Concejo sancionó una ordenanza que establece que cualquier persona o empresa que pretenda utilizar los servicios de personas no radicadas en la ciudad deberá denunciar a la municipalidad el lugar dónde residirán esos trabajadores. Los lugares deben estar iluminados, aireados y tener servicios acordes a la cantidad de personas hospedadas.
“Siento mucha impotencia porque hoy los empleadores estén de acuerdo con algún gremio hermano que no le interese nada y los tengan a los trabajadores tirados o los transporten como animales o tengan 20 o 30 trabajadores en una habitación de tres por tres sin baño”, dijo el secretario general del Sindicato de la Fruta.

El caso Agromur

Juan Carlos Cabrera estaba esta mañana en la Dirección Provincial del Trabajo firmando los papeles de la indemnización junto a cuarenta cosecheros más que trabajaban en Agromur. Se trata de la segunda tanda de despidos de un total de 70 personas. La primera, compuesta por 30 empleados, ya había firmado los papeles la semana pasada.
Cabrera lo hacía desde hace tres años. “Estuvimos trabajando y ahora vinimos a petición de la empresa y nos dijeron que no hay laburo y nos estamos arreglando con lo poco que nos dieron”, expresó.
La indemnización que recibió es de $ 1206. “Es una miseria pero hay que agarrar igual porque si se va a juicio hasta cuando se va a ir”, explicó. “Hay compañeros que cobran hasta $ 2000 y hay algunos que cobran $ 1000, según la antigüedad”, agregó. El único argumento que les ofrecieron desde la empresa es que cerraban. “Se iban para otro lado de un momento para el otro nomás. Desarmaron campamento y se fueron”, indicó Cabrera.
En la empresa los empleados se repartían en dos turnos de 40 personas cada uno. Por quincena, los empleados sacaban $ 600 o $ 700. En consecuencia, la indemnización que recibió Cabrera no alcanza a ser el equivalente a un mes de cosecha. “Aparte yo estuve trabajando y hay un mes que no me pagaron tampoco. Yo se los reclamé y nunca me apareció esa plata”, señaló.
Con gesto adusto, Cabrera asintió que ahora debe buscar un trabajo con todas las dificultades que eso entraña en Concordia. “Si no es el arándano otra cosa no hay”, afirmó. El cosechero es sostén de una familia de nueve hijos. “Tengo que hacer algo porque sino…vamos a ver que pasa”, señaló.

El futuro de la actividad

El subsecretario de Producción, Néstor Loggio, admitió que después de la campaña fallida de 2008 algunas empresas discontinuaron su actividad. No sólo hacía referencia a Agromur sino también otra en el departamento Federación. “Agromur es una explotación bastante importante de varias decenas de has. y la de Federación es un poco más chicas”, dijo Loggio. La razón es “la falta de rentabilidad”.
La campaña 2008 fue deficitaria para muchas empresas. Mientras que algunas lograron equilibrar las cuentas, otras tuvieron una pequeña rentabilidad. “Otras tuvieron rentabilidad negativa y, por lo tanto, discontinuaron la actividad”, señaló. “Lo que nos han dicho los propios productores es que 400 has. salieron de producción en toda la región”, agregó.
“Conocemos casos de algunos productores que abandonaron parte de la explotación. Tienen suponete 20 has. y dejaron de trabajar cinco porque mantener significa estar regando diariamente, aplicando fertilizante, podar, el sistema anti helada”. La actividad tiene un costo “muy fuerte” de mantenimiento diario. “Entonces algunos discontinuaron parte de su quinta para poder salvar una parte de la producción”.
Si este año hubiera una mala cosecha, para muchos productores sería enfrentarse en una situación límite. “Necesitan este año tener una rentabilidad que les permita mantener la actividad. Otros tienen más espalda, una estructura financiera más potente y pueden sostenerse pero hay muchos que no”, dijo Loggio.
No obstante, acotó que los precios internacionales hasta la semana pasada eran “muy interesantes”. De cualquier forma, el subsecretario dijo que hay que tener en cuenta que la producción de la región está saliendo en cuentagotas. “Estos fríos han hecho que no madurara con la rapidez que se esperaba por lo tanto no se pudo colocar en el mercado. Esperemos que los precios mantengan un buen nivel para que la rentabilidad sea rentable. Si no es así algunos productores no van a poder sostener la rentabilidad”, subrayó.
El año pasado, el Estado nacional otorgó un subsidio de $ 1.000.000 para todos los productores. “Así como acompaño a los trabajadores que se quedaron sin cosecha en un número de más de 9000, también acompañó a un número significativo de pequeños productores”, precisó Loggio.
Por aclaró que la ayuda fue posible porque el año pasado el Estado tenía un financiamiento mejor al actual. “La crisis ha desfinanciado al Estado de manera que veo muy difícil que el Estado pueda seguir teniendo recursos para seguir sosteniendo una actividad que naturalmente es una actividad privada”, mencionó el funcionario municipal.

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