El presidente de la cooperativa de ex trabajadores del Frigorífico Santa Elena, Rafael Sagrera aclaró que la cooperativa no participó de la movilización que encabezó esta mañana el intendente y aseguró: “Mantenemos nuestra coherencia en lo que planteamos desde hace tres años, ya que consideramos que por derecho y por historia, como ex trabajadores, nos corresponde la explotación de la planta frigorífica”.
En declaraciones al programa A Quien Corresponda reproducido por Análisis Digital explicó la movilización encabezada por Rossi, dijo, “hoy se convocó al pueblo que está presionado” recordando que “en Santa Elena hay 2500 beneficiarios de Jefes de Hogar, sobre los que se puede ejercer presión, además de muchos comerciantes que adeudan Tasas al municipio y sobre los que se puede operar políticamente”.
Como contrapartida, informó que en la ciudad “se realizó un abrazo simbólico al frigorífico”, del que –además de la cooperativa- participaron militantes de la CCC y el Frente Barrial 19 de Diciembre y en la Casa de Entre Ríos, en Buenos Aires, se desarrolló una marcha de la misma organización barrial “en apoyo a la iniciativa de la cooperativa y en rechazo a la venta de la maquinaria a Taselli”.
En tanto, entendió que la lucha de los ex trabajadores “es genuina, sincera y siempre se hizo con respeto” y agregó que “incluso los cortes de ruta se realizaron con prudencia, informando a la ciudadanía lo que se quiere lograr y sin buscar entorpecer la labor de los demás trabajadores, para evitar la lucha de pobres contra pobres”. En el mismo sentido, indicó: “La planta ya pasó la etapa privada y la etapa estatal que fracasaron y los trabajadores tenemos el derecho de que nos den la oportunidad de explotarla, asesorados por los profesionales necesarios, para no caer nunca más en los fracasos a los que no indujeron los mismos políticos y funcionarios que hoy cortan la ruta en un acto demagógico y que quieren esconder detrás de eso la responsabilidad que tuvieron alguna vez en la privatización”.
Además, dijo que el manejo de la planta “es parte de lo que corresponde a los trabajadores como personas adultas y es una deuda que se tiene con las generaciones venideras, porque alguien tiene que tomar la iniciativa de cambiar este modelo de país, y dejar de seguir la caravana de la dádiva para mirar el futuro que nos abre una luz de esperanza”.
Por otra parte, reiteró la existencia de aprietes y aseguró que “todo se hace malintencionadamente y la mayoría de los medios son funcionales al poder político que impera en la localidad y hay gente que guarda temor por las represalias indirectas”. De todos modos, manifestó que “esas cosas fortalecen a la familia y al grupo que se conformó, que es muy nutrido y movilizó 400 personas” cuando el secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) a nivel nacional, Víctor De Gennaro, visitó la localidad.
Finalmente, sostuvo que “la situación es como en el holocausto de los nazis, donde interiormente no se quiere reaccionar por creer en una salvación personal, y en Santa Elena es muy poca la gente que tiene el poder y domina con dinero a la sociedad. Hay una solvencia económica detrás de Taselli que puede torcer voluntades”, concluyó.