Los datos surgen de una investigación que desde hace 15 años lleva adelante la consultora Home Research que dirige José Luis Grandi. Las conclusiones del estudio fueron extraídas de una muestra de 2.500 hogares de todo el país, 1.000 de los cuales pertenecen a la Capital Federal y 1.500 al interior, señaló Grandi a la agencia Télam.
«Los hogares que trabajan con nosotros guardan en un recipiente que les damos todos los envases de productos de consumo masivo que desechan como sachets, envoltorios, botellas, frascos, y una vez por semana los vamos a retirar y estudiamos el consumo» explicó Grandi, quien dijo que la muestra a la que arriban está distribuída estadísticamente de manera tal que representanta a las distintas zonas geográficas, clases sociales y conformación del grupo familiar.
«Esta muestra está equilibrada para representar adecuadamente todos los niveles», explicó Grandi , quien precisó que a nivel internacional existen empresas que estudian la evolución del consumo de manera similar a la de su consultora. La diferencia radica en que la consultora local lleva los envases a la planta que posee en la localidad bonaerense de Lomas del Mirador. «Nosotros medimos el consumo global de todos los productos. Como si fuera una caja registradora de supermercado, se ingresa en un código todo lo consumido y se lo estudia», destacó el director de Home Research.
«Según nuestra información el consumo sigue creciendo positivamente” afirma Grandi. “El acumulado enero-agosto nos da un crecimiento de alrededor del 3% respecto del año anterior. Y si comparamos enero-julio el aumento fue de 4,6 por ciento. Tenemos dividido el consumo en distintas canastas. Una es de alimentos básicos, donde el consumo decrece, lo que es positivo, porque en épocas de buena situación económica el consumo básico baja porque se lo sustituye por alimentos más sofisticados o se consume en un restaurante. Esto nos demuestra que no va a haber retracción del consumo en el corto plazo», reflexionó el analista.
El consumo de la clase media después de 2001. A criterio de Grandi, el consumo en los últimos años tuvo un «quiebre» con la crisis del 2001.
«Ahí se redujo el consumo de manera drástica y cambiaron hábitos y marcas. Luego de la crisis y superada la situación, el consumo no fue igual», y señaló que la crisis afectó especialmente a la clase media. «La clase alta no sufre los cambios, y la clase baja mantiene su consumo reducido y es menos proclive a cambios drásticos. En tanto que los cambios de consumo de la clase media provocan una modificación de la estructura económica de la población. A pesar de la recuperación no se volvió a repetir la estructura anterior, se generó una nueva estructura», conjetura Grandi a partir de los datos del estudio.
El director general de Home Research afirmó también que actualmente las marcas o productos sofisticados «son los que marcan la tendencia creciente de consumo, en detrimento de los productos más simples o tradicionales. Estamos en una situación positiva del consumo aunque hay luces que se prenden, por ejemplo, con la desaceleración que se observa enla curva del crecimiento», señaló.
En el estudio del consumo se observan particularidades como la del puré instantáneo, que es consumido por todas las clases sociales. «A veces uno cree que productos como el puré instantáneo son propios de cierto nivel social, pero en su consumo influye no sólo el precio sino la practicidad. Uno cree que la gente más humilde va a inclinarse a pelar papas, pero se observa que el ahorro de tiempo prima en la elección del producto», concluyó el especialista en consumo.