“Él ya había pasado el riesgo supuesto de que mi hijo le llegase a hacer algo. Y lo mató de espaldas. Así que no sé qué riesgos sentía el para matarlo como lo mató”, indicó la madre a Radio Ciudadana (FM 89.7).
Por otra parte, Nieves sostuvo que esperaba que saliera a la luz la verdad en el juicio que comienza hoy. “Esperemos que sí con todo lo que nos viene pasando en este tiempo. No sabemos ya que creer”, dijo. Pero admitió que tenían muchas dudas, pero, al mismo tiempo, albergaban fe en la justicia. “No queremos llevarnos una sorpresa de acá”, añadió.
Por otra parte, la madre dijo que los primeros días tras el hecho, veían que pasaba por su domicilio personas vinculadas o allegadas a Acosta con actitudes intimidatorias. “Pero el dolor y el sufrimiento nuestro por ahí no nos frenaba. No nos van a frenar y pase lo que pase vamos a seguirla luchando”, añadió.
El domingo 25 de septiembre de 2016, a las seis de la mañana, Sebastián y su hermano Pedro regresaban de un boliche bailable de la costanera de Concordia en su camioneta Chery, y comienzan a ser perseguidos por un patrullero conducido por el suboficial Sergio Acosta y otro uniformado. Sin razón aparente, en la esquina de Quintana y San Luis, Acosta dispara contra el vehículo de los Briozzi y mata a Sebastián de un certero balazo en la nuca.
En la investigación, y a pesar de haber intentado implantarles a los hermanos un arma en el auto, justificar con que había trastabillado y disparado sin intención, las pericias realizadas por Gendarmería Nacional demostraron que el uniformado efectivamente estaba en posición de disparo al momento del ataque, que no había armas en la camioneta de los chicos y otras evidencias que culpabilizaban directamente a Acosta y que empeorarían luego con las declaraciones de su compañero.
La semana pasada, el fiscal Fabio Zabaleta confirmó que el Ministerio Público fiscal será el acusador y aclaró que no hay dudas de que la bala provino del imputado, lo que se debatirá en el juicio será la intencionalidad. “Aunque el tribunal considere que se trató de un delito culposo, será un culposo alto y con pena no excarcelable”, sugirió. “De todas maneras, entiendo que si yo estoy acusando porque hubo intención y la otra parte se defiende, vamos a desempate. Pero, en el peor de los casos que el juez considere que hubo negligencia o impericia por parte del acusado, aun así, debería desembarcar todo en una pena altísima por la gravedad del daño ocasionado”, afirmaba a DIARIOJUNIO.