En la mañana de hoy y ante el fiscal Mario Silva, Inés Carbol (madre de Fernanda) identificó el calzado. Sin embargo, la hermana de la menor, María Aguirre, en principio negó que se tratara de las zapatillas de su hermana secuestrada. Así por lo menos fue informado por El Once Digital.
Se trata de las zapatillas de Fernanda Aguirre, que una amiga de Mirta Analía Cháves reconoció haber recibido como regalo de la viuda de Miguel Ángel Lencina.
Las mismas, fueron encontradas en Cañada Rosquín, provincia de Santa Fe, y no en San Martín de las Escobas, según informó ANALISIS DIGITAL. El calzado fue reconocido esta mañana por los padres de la chica desaparecida el 25 de julio pasado en San Benito, cuando el fiscal Federal Mario Silva se las mostró.
Para dar con esas zapatillas, una comisión policial que viajó hasta San Martín de las Escobas y Cañada Rosquín y regresó en las primeras horas de la mañana.
En la declaración testimonial de anoche de la amiga de Mirta Cháves, Georgina Díaz, la joven reconoció haber recibido las zapatillas de Fernanda, tras lo cual se las regaló a su novio, quien se domicilia en Cañada Rosquín, una localidad ubicada a pocos kilómetros de San Martín de las Escobas. Pero, a su vez, el joven se las regaló a su madre, quien también vive en dicho poblado.
Claro que, también esto abre un mar de dudas, sobre todo porque existe el antecedente del sticker encontrado en una localidad de Santiago del Estero sobre el que también se generaron sospechas. En aquella oportunidad y antes que otros peritos que no fueran de la policía hicieran un estudio sobre si ese tipo caligráfico pertenecía a Fernanda, la hermana de la niña desaparecida dijo sin dudar “que esa no era la letra de su hermana” contradiciendo, en ese momento, a todos, incluso a su propia madre. Finalmente, María, pues de ella se trata, parece haber tenido razón, así por lo menos lo testimonió la pericia realizada por expertos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.