Con bombas de estruendo y sonido de batucada de fondo, Silvina Calveyra, secretaria administrativa de la CTA Entre Ríos, dio inicio al acto expresando que: “el paro nacional que hoy estamos llevando a cabo desde nuestra Central está siendo sentir la lucha que los trabajadores estatales, docentes, privados, precarizados y movimientos territoriales nos encontramos dispuestos a dar y poner al tope de la agenda de debate político la necesidad de avanzar en una serie de medidas que modifiquen la matriz de distribución de la riqueza para terminar con la escandalosa desigualdad social en nuestro país”.
Luego Oscar Muntes, secretario general de la CTA Entre Ríos, señaló que después de cinco años de crecimiento económico siguen existiendo millones de argentinos sometidos al flagelo de la indigencia y la pobreza. “Esta deuda social no puede seguir esperando. Ahora que se empiezan a ver los efectos de la crisis que generó la ley de la selva del libre mercado en los países del norte, sería inmoral pretender que esos millones de argentinos sigan indefinidamente sumidos en la miseria”.
Más adelante, Ricardo Sánchez, secretario general de la CTA Paraná, destacó la estatización de las empresas argentinas en Venezuela, como un hecho positivo de intervención del Estado y como estrategia política. “Nuestros recursos naturales, el petróleo, la minería, el monte permanecen en manos de los sectores más concentrados de la economía, también debemos seguir el camino de recuperación”.
Además interpeló al gobierno provincial al sostener que los trabajadores y trabajadoras hoy reclaman en la calle por políticas distributivas que se vuelquen en el mercado interno para que la crisis no golpee a los sectores más pobres e indigentes de nuestra sociedad. “La política debe ser de distribución la riqueza para terminar con la desigualdad social. Debatir un modelo de producción de inclusión no de exclusión social. Este flagelo no puede seguir esperando”, dijo Sánchez.
El acto fue cerrado por Susana Salgaro, secretaria adjunta y Graciela Benavidez, secretaria gremial de la Central local, quienes leyeron un documento. “El informe de nuestro Instituto de Formación expresó que la última fase de crecimiento previa a la crisis actual favoreció la concentración de la economía y beneficio a las mayores empresas del país y a los grupos extranjeros”, señalaba uno de los párrafos.
“Entre 2.005 y fines del 2.007, las principales doscientas firmas que operan localmente pasaron de facturar el 51.3% al 56.1% del PBI. Y dentro de esa cúpula, las veinte mayores pasaron de acaparar el 38.7% de las ventas totales en 1.997 al 47.2% en el 2.007. Eso jugo contra la distribución del ingreso y la corrección de las desigualdades sociales que con la crisis en marcha costará más revertir”, se señalaba en la nota.