La licitación de LAER no puede “remontar vuelo”

Como se sabe, el actual interventor, Juan José Canosa, anunció en las últimas horas que los pliegos licitatorios de LAER —que debieron ponerse a la venta en los primeros días de marzo— serán reformulados porque nadie quiere al Fokker. De acuerdo al anuncio oficial, la máquina que costó en su momento 8 millones de pesos sería vendida por separado, a pedido de supuestos interesados.

“Me siento obligado a aclarar algunas cosas por las barbaridades que se están diciendo”, dijo García Guiffré al señalar que “desde el primer día advertí que el gobierno le había bajado el pulgar a LAER” y que, tomada esa decisión, “tenían que encontrarle una justificación a la decisión de liquidarla”. El ex funcionario indica que “si se sabía que había problemas tal como se alertaba durante la campaña, se debió nombrar rápidamente una persona que se haga cargo, no sólo un interventor formal, con el convenio American Falcon en ‘piloto automático’ como ocurrió desde mediados de diciembre hasta fines de febrero, cuando se resolvió terminar con los vuelos”.

Lo que plantea el entrevistado es que “lo quieran aceptar o no” cuando se produjo el traspaso de autoridades, LAER contaba con “un buen servicio diario, con una demanda que iba en crecimiento y un convenio que no era secreto, que estaba en conocimiento de todos”. El escribano García Guiffré defendió el contrato con American Falcon, conveniente desde el punto de vista “político, estratégico y económico” porque “no daba pérdidas, ocupábamos un bien del Estado que había costado bastante y estaba abandonado, se trasladaban unos 2.500 pasajeros al mes, se ocupó personal ocioso y mientras tanto empezamos a recuperar las licencias que se habían caído”.

Respecto de los empleados de LAER, reparó en que “incluso el pago del mes de noviembre quedó con los libramientos hechos”, con “500.000 pesos en caja por la venta de pasajes”, que “nadie sabe bien a qué se destinaron”, con los que “debía pagarse el combustible y la tripulación”. Considera casi seguro que “a su vez, American Falcon no debe haber abonado el canon fijo de 25.000 dólares más los 230 dólares la hora de vuelo block en que se usara el avión”.

Para García Guiffré, el hecho de que el convenio que expiraba el 28 de febrero haya sido interrumpido unilateralmente tres días antes provocará reclamos jurídicos “innecesarios” de parte de American Falcon.

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