En las últimas horas, Clarín ha formalizado una oferta para quedarse con el canal Chilevisión, propiedad del propio Sebastián Piñera, quien en la recta final de su carrera presidencial en Chile se había comprometido a vender todas las empresas de su propiedad si resultaba electo.
El grupo argentino acercó un ofrecimiento de u$s140 millones para quedarse con la emisora, unos u$s20 millones menos que lo que pretende Piñera, aunque algo más de los u$s120 millones que estaría dispuesta a desembolsar la mexicana Televisa, otro de los interesados. Otro de las grupos que está dentro de esta short list es la española Telefónica, que le habría presentado una oferta –a través de su controlada Telefé– al hombre de confianza de Piñera, José Cox, quien es el encargado de recibir las carpetas.
Sin embargo, el ingreso de Clarín en el negocio televisivo trasandino no estaría para nada allanado. Según informa el diario chileno La Tercera, la posibilidad de que el grupo argentino compre Chilevisión no sería bien percibida por la presidenta Cristina Fernández y por su marido, Néstor Kirchner, duramente enfrentados con el grupo Clarín. En ese sentido, las autoridades argentinas habrían hecho llegar a la cancillería chilena su disconformidad por la potencial operación.
Por otra parte, en el gobierno chileno también desaconsejan la venta a la empresa local, ante la posibilidad latente de que Chilevisión adquiera el perfil opositor que tiene Canal 13 en el país. Con estos argumentos, no extrañaría que Clarín sea eliminado de la carrera en los próximos días cuando Piñera finalmente decida a qué grupo le venderá su canal de televisión, consigna El Argentino.
En ese sentido, la publicación América Economía aseguró que Televisa llevaría la delantera a pesar de su fallido paso por Chile en los ’90, cuando manejó los hilos de Megavisión.
Además, fuentes del sector aseguran que el holding mexicano es el preferido para adjudicarse Chilevisión, por su mayor experiencia en la producción de contenidos, principalmente orientados al área dramática, productos en los que Chilevisión incursiona con éxito, a través de sus series nocturnas.
“No me gustaría que llegara el Grupo Clarín. Proviene de un mercado caracterizado por prácticas poco saludables”, sostiene un actor de la industria, mientras otra fuente agrega que el tema de producir contenidos en la Argentina está prácticamente en manos de productoras independientes, relativizando la experiencia que puedan tener los canales argentinos.
En paralelo, Televisa es percibida entre los actores del mercado como una compañía con una enorme experiencia en la producción de contenidos, y con un bagaje que incluye algo no menor: un traspié en el mercado chileno, desacierto que, de adjudicarse Chilevisión, podría otorgarle esta vez un know how más acertado al momento de poner en práctica un modelo de negocios.
A pesar de que Chile es un país pequeño, con 16 millones de habitantes, el mercado de televisión abierta recibe ingresos publicitarios nada despreciables, cercanos a los u$s500 millones, una cifra que lo pone junto a Colombia en el tercer lugar de América Latina, quedando incluso por arriba de la Argentina. Ese dato es el que impulsa a los grandes grupos de medios regionales a interesarse por entrar en el mercado trasandino.
