La Juventud Radical criticó a la dirigencia de su partido

TEXTO COMPLETO

En los últimos cuatro años no se generaron dentro del partido los espacios de debate necesarios para confrontar ideas y puntos de vistas derivados de la Militancia y el contacto con la gente; desde tiempo atrás la Juventud del Comité Capital ha puesto el empeño de terminar con esa forma de hacer política y con el autismo de ciertos dirigentes que no han sabido interpretar que la JR tiene pensamiento, compromiso y fuerza para cambiar la vieja política metodológica del sólo tienen voz los allegados, amigos y parientes.
Desde la Juventud pensamos que se ha llegado a un punto de inflexión, donde ya no podemos seguir permitiendo la falta de compromiso de nuestros dirigentes con los afiliados, los militantes y todas aquellas personas que vieron al Radicalismo como la opción correcta.
En la conducción del partido no queremos caudillos ni allegados, queremos hombres comunes con ideas claras que sepan instrumentar y llevar a cabo las políticas necesarias que saquen al radicalismo del ostracismo en que está inmerso y lo vuelvan a poner en el escenario de la sociedad como el histórico partido democrático, abierto y evolucionado a los tiempos que corren, para que cuando el Pueblo deba elegir a sus gobernantes vean en el Radicalismo la opción adecuada, no por la mediaticidad sino por la propuestas y los hechos.
Como militantes de la Juventud Radical queremos de aquellos que aspiran a conducir los destinos del Partido, el mismo compromiso que tenemos nosotros y las ganas de construir entre todos una política que sintetice las necesidades de la gente; nosotros ya comenzamos con la plena participación y la obligación que tenemos como militantes de hacer del Radicalismo un Partido Pluralista, evolucionado e integrado a la sociedad.
A fin de cumplimentar lo manifestado, esta Juventud no va avalar aquellas personas y candidatos que son parte de la actual conducción del Partido, que con su silencio e inacción en estos últimos meses han sido funcionales, cómplices y obsecuentes encubiertos al oficialismo de turno, dejando desprotegida a la sociedad sin una oposición constructiva que defienda el bien común de los intereses mezquinos y personalistas de algunos dirigentes o grupos.

Entradas relacionadas