«La justicia tiene una mirada parcial en causas antilavado»

El arrepentido asegura que se le está prestando más atención a las denuncias que favorecen a Clarín.

En el marco de la causa, que lleva el juez Sergio Torres, Tiempo Argentino inició hace 15 días la publicación de distintas denuncias con datos nuevos (once sociedades de Clarín en Panamá, los documentos de cómo el Morgan sacaba dinero del país, y las empresas del holding de Magnetto que fueron favorecidas con negocios por el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri), información que Arbizu considera fundamental para el avance de la investigación.

«Esto (los datos de Tiempo) es casi tan importante como lo que yo denuncié y le aporté al juez. Hay números de cuenta, nombres de banqueros, contactos, transferencias entre cuentas. Es importantísimo, lo mío confirma esto, y esto confirma lo mío», apuntó el ex banquero en una entrevista con este diario y agregó que, «está en los datos que ustedes publican, por ejemplo, Adrián Garate (señalado por Tiempo Argentino en un documento como gestor de la fuga de la firma Nordelta), que es uno de los banqueros que yo también denuncié. Muchos otros de los que aparecen en las denuncias más recientes son jefes de operaciones, son los que meten los dedos en el sistema.»

–¿Qué muestran las nuevas revelaciones sobre lavado?

–Para mí eso prueba la pantalla de transferencias del JP Morgan, y se suman nombres de gestores iguales a mí. Otro caso nuevo que aparece es el de Alexandra Freites, que también es banquera, o Leonardo Vergara, también banquero.

Toda gente que conozco perfectamente y que residía en Nueva York, ahí tenían la parte operativa, pero viajaban a Sudamérica como lo hacía yo, y tenían una cartera de clientes similar. Lo que manejaba Morgan eran unos U$S 5000 millones.

Ese era el total de operaciones de argentinos en el extranjero, yo denuncié una parte, que serían unos U$S 500 millones. No es fácil ni tiene mucho sentido valorizar en dinero estos datos nuevos, pero sí se mostró cómo es el esquema del Morgan para sacar los U$S 5000 de los argentinos fuera del país. Éramos unos siete u ocho banqueros que movíamos estos U$S 5000, y muchos de los nombres del resto recién aparecen ahora.

–Habiendo tantos nombres propios de personas físicas y jurídicas, ¿no resulta curioso que la justicia no haya llamado a declarar a ninguno de ellos?

–Más que curioso, es muy raro. Es más, lo más grave es que se está incriminando a empresas, con el nombre y todo, y ninguna fue a declarar por sus propios medios, sin que los citen, aunque sea como modo de defensa. Por caso, es lo que hizo Lázaro Báez ante las denuncias en su contra, ir a declarar solo.

La justicia, de todos modos, podría actuar de oficio en estas causas. Además, supongamos que no hubiese habido nunca una denuncia mía, con las denuncias con nombre y apellido que viene sacando Tiempo Argentino, la justicia debería actuar. Si salieron a investigar de oficio con la denuncia de Lanata (del programa Periodismo Para Todos), con lo que se muestra en el diario se pueden hacer un festival.

Lo mismo con los datos que surgieron de los negocios que les otorgaron en la Ciudad de Buenos Aires a dos de las empresas que yo denuncié por supuesto lavado de activos. Datos hay de sobra, pero es evidente que hay una mirada sesgada de la justicia.

Es lógico y razonable que se investigue el caso Báez, pero te pongo un ejemplo: si yo te digo que pintes una pared de verde y te doy brocha y todos los elementos; y a la vez te digo que pintes otra de dorado, ¿por cuál empezás? Las herramientas están, está mi denuncia, más todos los nexos que mostró su diario y que vinculan a otras grandes empresas. No hay muchas excusas para no investigar.

–En este contexto en el que parece haber tomado estado público la discusión por temas de lavado, luego de años sin controles, han salido a opinar políticos de la oposición como Alfonso Prat Gay, que también fue banquero del JP Morgan y está denunciado por fugar dinero…

–Alfonso Prat Gay, si bien no trabaja en Unidad de Dinero Banca Privada, era ejecutivo del banco y sabía lo que hacía yo, como yo sabía lo que hacía él. No sólo eso, cuando él se va del Banco Central, empieza a administrar la plata de la herencia de Amalita Fortabat, y lo hace con una compañía que se llama Tilton Capital.

–Si a él le preguntaran quiénes y cómo fugaron dinero en Argentina, el lo sabría…
–Exactamente. Qué le pregunten a qué se dedicaba Adrián Garate en el banco o, mejor, que le pregunten a Prat Gay a qué se dedicaba Luke Palacio. Cuando Prat Gay estaba manejando la plata de Amalita en la Unión de Bancos Suizos (UBS), Palacio trabajaba en el Morgan y lo fue a ver a él para que hiciera lobby para que Amalita llevara la plata al Morgan.

Y por eso se cobró comisiones, y no sabemos si él tiene el dinero declarado o no. Además, siendo diputado de la Nación manejó y maneja ese dinero. De hecho, Prat Gay tiene una consultora con Pedro Lacoste, otro ex funcionario del Banco Central. Hay que ver si no hay incompatibilidad de cargos.

–Hace unos días le hicieron una entrevista al vicepresidente de Clarín, José Aranda, denunciado por usted como uno de los que fugó dinero. Y se refirió a usted como un prófugo y un delincuente que incrimina a gente inocente. ¿Qué opina de eso?

–Fui el primero que me declaré como delincuente, y luego lo denuncié a él. Entonces, si yo soy un delincuente, él también lo es. Y sin embargo, él nunca fue a la justicia a blanquear su nombre. En vez de declarar en un medio, se hubiese presentado ante la justicia. Del listado de las 469 empresas y personas físicas que yo denuncié, ninguna se presentó a desmentirme ante la justicia.

–Si le tuviera que explicar a la gente por qué empresas tan grandes fugan plata al exterior, ¿qué diría?
–En parte para evadir impuestos, y después, es una norma, está estipulado. Es un problema de costumbre.

cuentas por u$s 20 mil millones
Arbizu no se desprende de sus culpas en una historia de desvío de fondos de empresas privadas, y reconoce que hay que investigar todos y cada uno de los casos sospechosos, pero maneja una estadística propia en base a datos del manejo de dinero del JP Morgan. «Está fuera de discusión que hay que investigar a Lázaro Báez, pero ahí no hay fuga de dinero. Lo que tienen que demostrar ahí es si hubo sobreprecio en la obra pública», detalló el ex ejecutivo y agregó que «en estos 20 años de trabajo he llevado cuentas de argentinos por no menos de U$S 20 mil millones, y nunca vi uno vinculado a la política». Para Arbizu, «si lo tomás como muestra, uno de cada U$S 20 mil millones es un político sospechado. El verdadero cáncer en el lavado y la evasión son los privados.»

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