Por su parte, la Municipalidad respondió el amparo de Miñones asegurando que lo dispuesto en la ordenanza no afecta la estabilidad laboral, ni la remuneración y escalafón. Pero Miñones no comparte esa respuesta y considera que la determinación del Concejo Deliberante viola algunas normas propias de la Constitución y agrega que, en algún caso, no es competencia del Deliberante modificar el nivel de escalafón de un agente municipal.
Ahora será el turno del Superior Tribunal de Justicia de revisar la causa y definir si la ordenanza es nula o válida.
Actualmente Miñones no tiene asignado lugar de trabajo ni función, aunque se presenta diariamente en el palacio municipal.
El problema dio mucho que hablar y surgió a partir que el presidente del bloque de ediles de la UCR, Pedro Galimberti, indicara que en una reunión realizada con funcionarios de la UEP, en la que se trataba lo referente al endeudamiento municipal para la obra de pavimentación que impulsa el Ejecutivo comunal, Miñones deslizó que en la misma había “olor a corruptela”.
Tras ello el HCD, con el voto de la mayoría oficialista sacó del medio a Miñones, decidiendo eliminar la Asesoría Letrada del organigrama municipal.