Jésica y Belén habían viajado a Europa para realizar un modelaje fotográfico, acompañadas por el representante de una agencia de modelos, Alejandro Panno.
En el aeropuerto de Barcelona, oficiales de la Aduana descubrieron 18 kilos de cocaína en las valijas del manager, y de allí todos fueron a parar a prisión. Ellas quedaron procesadas como presuntas cómplices de contrabando de drogas, y aunque el principal acusado la exculpó, la situación parece lejos de querer arreglarse.
Las chicas habían tomado sus valijas, pasaron por Aduana y salieron al hall, donde se quedaron esperando a Panno. Pero él nunca salió: en el control, abrieron sus cuatro maletas y hallaron cocaína escondida en dobles fondos y en los sistemas de rueditas. Entonces, un guardia fue a buscar a las chicas. Les revisó las valijas y, según su abogado, no encontró nada. Igual fueron detenidas. Las jóvenes fueron enviadas a la cárcel de Dones, y hoy la Justicia rechazó el sobreseimiento por temor a que las modelos escapen.