Anoche, una fuente judicial confirmó a El Diario que la autopsia ordenada por el juez de Instrucción de Gualeguaychú, Eduardo García Jurado, arrojó como resultado que el ex soldado fue asesinado con una puñalada en el pecho.
De ese modo se desmintió también la versión de dos personas que se presentaron “espontáneamente” para declarar que vieron cuando Ramírez cayó accidentalmente al río desde una canoa.
Ayer, García Jurado continuó tomando declaraciones en el marco de la causa. En la edición del último lunes, esta Hoja dio cuenta de la aparición del cuerpo del ex soldado uruguayo y citó versiones periodísticas del vecino país que afirmaban que el cuerpo estaba mutilado en el rostro y las extremidades.
La fuente judicial consultada, precisó que la autopsia sólo remite a una puñalada y que la desfiguración del rostro es por acción de los peces y la descomposición en el agua.
Julio Ramírez era oriundo de Colonia y trabajaba en una explotación agropecuaria en la isla El Sauce, del río Uruguay, frente a la ciudad de Nueva Palmira.
Según las primeras especulaciones, el asesinato se habría producido entre el 12 y 13 de diciembre, mientras que el cuerpo apareció recién el día 21 en el Delta entrerriano.
Aunque en la sede judicial de Gualeguaychú daban por seguro que se trata de un homicidio, lo que los investigadores tratan de dilucidar es si el hecho tiene vinculación con su participación como testigo contra los represores, debido a que otra versión intentaba explicar la muerte como el producto de una pelea entre trabajadores rurales.
Durante la dictadura, Ramírez había estado afectado a distintos batallones uruguayos involucrados en la desaparición de personas. Por eso contaba con información valiosa para las causas por delitos de lesa humanidad.