La historia se remonta al año 2016 cuando apenas asumido el actual Intendente debió afrontar una de las más grandes inundaciones y, paradójicamente, uno de los momentos más duros en cuanto a la falta de agua en los barrios de la zona noroeste.
En ese marco ya había acordado agilizar todo lo más que se pudiera la construcción de la nueva Planta Potabilizadora. Sin embargo, con eso no alcanzaba, en la visión de Cresto, iba a ser importante pero, en su gestión no iba a poder resolver el problema del agua que era lo que se proponía.
Nombrado Grigolato como uno de sus hombres en Obras Sanitarias, se produce una situación inesperada, una reunión entre el funcionario y un empresario ligado a las perforaciones. En rigor, Iturburu que le confesó su idea de extraer agua de Colonia Roca. Sabía que allì había un reservorio de magnitud.
Grigolato contó que le dijo “yo voy a cumplir tu sueño, vamos a hacer ese trabajo”, luego de enterarse que el costo de la inversión podía acercarse a los 30 millones de pesos.
Inmediatamente se comunicó con Cresto que estaba viajando a Buenos Aires, le contó la novedad y el festejo no pudo ser mayor para un Intendente que luego de analizar variantes creía que terminaría su mandato sin poder mostrar una sustantiva diferencia con antecesores en cuanto al faltante de agua.
Los trabajos se iniciaron y ya están a punto de finalizar. Cuando comience a funcionar esa planta, toda la población de la zona noroeste, festejará como nadie aquel encuentro fortuito entre un funcionario que buscaba resolver uno de los màs graves problemas de la ciudad y un empresario que conocía y contaba con una información (esa enorme cantera de agua) que valía oro.
A veces solo se trata de hablar y consultar a los que saben en el momento preciso.
