El artículo, que tiene como título “Kemira, el nombre de la nueva polémica. Diferencias entre el Gobierno y Obeid” sostiene que la revelación de que Kemira, la firma que abastecerá de todos los químicos a Botnia para la producción de pasta celulosa, se instalará en la localidad santafecina de Capitán Bermúdez para abastecer a la industria papelera provincial no alentó consideraciones auspiciosas en el gobierno de Néstor Kirchner.
Según este medio periodístico nacional, la noticia no pudo ser menos oportuna, de acuerdo con la interpretación que le dieron en los ámbitos que siguen el caso. Un encumbrado funcionario abocado a la negociación, se sinceró con La Nación al sostener que: «Nos boicotea los argumentos. Si se lo mira atravesadamente, puede plantear una contradicción política que la otra parte puede intentar aprovechar, porque si decimos que Botnia contamina y sabemos que Kemira le dará todos los químicos a Botnia, no podemos tener a la misma química trabajando en nuestro país. Es básico».
Lógicamente, la expectativa de la comitiva es que el tema no sea parte de las conversaciones que se abren pasado mañana en Nueva York.
El problema surgió cuando el gobernador de Santa Fe, Jorge Obeid, dio su consentimiento, o al menos no impidió, la instalación de Kemira en su provincia para proveer de dióxido de cloro a la pastera Celulosa Argentina. La inversión de la firma, propiedad en su mayoría del Estado finés, es de 13 millones de dólares.
Kemira estará instalada en el interior de la polémica planta de Botnia, y elaborará allí los productos que se emplearán para el blanqueo de la celulosa: el llamado licor blanco (un producto exclusivo de Botnia a base de soda cáustica y oxígeno) que se usará para eliminar la lignina de la madera y luego cantidades industriales de ácido sulfúrico, dióxido de cloro, oxígeno, peróxido de hidrógeno y soda cáustica, que se utilizan en todo el proceso.
Justamente, la intención de la comitiva que llegará a Nueva York es exponer los argumentos técnicos y ambientales por los cuales Botnia no podría instalarse donde está asentada actualmente.
El interrogante sobrevuela la comitiva. Si Santa Fe tendrá en su industria papelera los mismos productos químicos que Fray Bentos, ¿resulta contradictorio en términos argumentales reclamar a Uruguay? Claramente, la decisión de la administración de Obeid está lejos de acompañar la estrategia internacional de la Argentina, finaliza el texto del matutino.