Ante miles de fieles, el prelado expresó su deseo porque “podamos hacer ese camino nosotros. Tal vez se lo pedimos a otros, pero debemos encargarnos nosotros mismos. Como el Hijo Pródigo, que recapacitó al recordar la situación de los empleados de su padre. Tengamos un corazón misericordioso”. Asimismo pidió a San Cayetano que los argentinos sepan “cuidarse como hermanos”.