La hija del diputado Muniz Barreto ratificó que Patti secuestró a su padre que murió en un simulacro de accidente en Entre Ríos

EL TESTIMONIO PUBLICADO POR DIARIOJUNIO EN EL AÑO 2007
Entre el 16 de febrero y el 6 de marzo de 1977, el ex diputado peronista Diego Muniz Barreto y su secretario, Juan José Fernández, fueron detenidos, trasladados a un centtro clandestino, torturados y finalmente intentaron asesinarlos. Son dos de las víctimas de la causa por la que el mes pasado se ordenó la detención del ex subcomisario Luis Patti. Solo pudieron asesinar al ex diputado, su secretario logró sobrevivir para contarlo y permitir que, por lo menos en el caso del ex subcomisario Luís Patti (hoy detenido) se haga justicia. Las dos víctimas fueron arrojadas vivas e inconcientes a un arroyo profundo de Villaguay, Entre Ríos, con la idea de que mueran ahogados y simular un accidente.

“Dado vuelta y sumergido en el arroyo, su Fiat 128 comenzó a llenarse de agua. Tomó una bocanada del poco aire que quedaba y, como pudo, buscó una salida. Algo dormido por el somnífero que le habían dado y mientras el agua lo tapaba, ubicó un agujero en el parabrisas y logró salir. Sin asomarse a la superficie para que no lo vieran, se alejó nadando y se escondió. Cuando sus captores se habían ido, volvió al auto a buscar a su amigo. Lo encontró muerto, en el asiento trasero.
Era el fin del cautiverio que sufrieron, entre el 16 de febrero y el 6 de marzo de 1977, el ex diputado peronista Diego Muniz Barreto y su secretario, Juan José Fernández, dos de las víctimas de la causa por la que el mes pasado se ordenó la detención del ex subcomisario Luis Patti.
El juez federal de San Martín Alberto Suares Araujo piensa que el ex policía participó de la captura de las víctimas, en Escobar. Muniz Barreto murió en el auto que sus asesinos habían arrojado a un arroyo de Villaguay, Entre Ríos, para simular un accidente. Fernández logró escapar y se refugió en la casa de un amigo escribano. Allí escribió un relato pormenorizado de su cautiverio. A las pocas semanas, se exilió en España, donde murió en 1985. Su testimonio es una de las pruebas citadas para el juez en el procesamiento de Patti, dictado el miércoles”.

LA DENUNCIA DE LA HIJA
La hija del asesinado ex diputado nacional del PJ Diego Muñiz Barreto afirmó ayer que su padre fue secuestrado por el ex subcomisario Luis Patti en Escobar, en febrero de 1977, junto a su secretario y chofer Juan José Fernández, y que luego lo mataron represores de Campo de Mayo en un simulacro de accidente automovilístico en Entre Ríos.
“Siempre supimos que fue Patti”, ratificó Juana Muniz Barreto al declarar en un largo y emotivo testimonio, por momentos entre llantos, y que incluyó muchos detalles de la vida personal y política su padre.
El Tribunal Oral Federal Nº 1 de San Martín juzga por una decena de delitos de lesa humanidad a Patti, al ex dictador Reynaldo Bignone, al ex general Santiago Omar Riveros y al ex comisario de Escobar Juan Fernando Meneghini.
En este tramo del juicio, dedicado al secuestro y asesinato de Muniz Barreto, se incorporó un nuevo acusado, el ex oficial del Ejército Martín Rodríguez, quien (según declaró por escrito antes de morir en España el ex secretario del legislador) estuvo en ese centro de detención y fue uno de los torturadores de ambos.
Patti volvió a estar ausente porque, según se informó al tribunal, sufrió un pico de presión cuando estaba por ser trasladado desde la clínica privada FLENI de Escobar, y por eso los médicos resolvieron derivarlo a la guardia del lugar, pese a que la semana pasada se ordenó que siga compareciendo al juicio en la localidad bonaerense de José León Suárez.
Ante esto, la fiscalía pidió a la presidenta Lucila Larrandart que ordene el traslado del ex intendente de Escobar al hospital de la cárcel de Ezeiza, donde podría seguir su tratamiento y quedar garantizada su asistencia al proceso, algo que deberán resolver los jueces. “Ese sábado 19 de febrero estábamos por volver a la quinta y mi mamá nos dijo que se lo llevaron, está en la comisaría de Escobar, secuestrado. Yo le dije cómo, si está secuestrado, sabemos que está ahí, y ella dijo que había mandado notas y en las notas decía que se lo había llevado Patti”, explicó Juana Muñiz Barreto, quien en ese entonces tenía 15 años y que el 6 de marzo de 2007, a 30 años del accidente fraguado, abrió e impulsó la causa por el crimen de su padre.
La testigo era la hija más grande de tres hermanos que tuvo Muniz Barreto con su ex esposa, de quien se había separado poco antes del golpe de Estado de 1976.
Durante una hora declaró ante los jueces y se ocupó de ratificar, con hechos independientes entre sí y en base a su propia investigación de lo ocurrido, el testimonio escrito que dejó el ex secretario Fernández a un escribano amigo en Buenos Aires, antes de partir clandestinamente a España, tras haber sobrevivido al falso accidente donde murió Muniz Barreto.
Fernández, un ex rugbier, pudo salir del automóvil Fiat 128 ranchero del ex diputado, arrojado al agua de un río entrerriano, porque no le hizo efecto una inyección que sus secuestradores aplicaron a ambos para adormecerlos, tras haber estado secuestrados en el centro clandestino El campito en Campo de Mayo.

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