La guitarra y la política a veces son incompatibles, y más aún queda confirmada esta afirmación, cuando, o por desconocimiento o por intencionalidad política, se trata de minimizar el trabajo social diario con un objetivo superior que en definitiva finaliza con una persona totalmente incluida en su pueblo y en su tiempo.
Llama la atención, más aún, asusta cuando algunos dirigentes que pretenden ocupar lugares de decisión dentro de la pirámide institucional de una sociedad hablen con tanta liviandad: o no tienen brújula política ideológica o no saben directamente desde donde vienen y están en el lugar y el tiempo equivocados.
En este sentido, se habla de política social, entonces preguntémonos ¿que significa realmente política social?
Tenemos dos opciones: a) En el marco de política o asistencia social, sería una oficina que fije horarios y trate de ser prolijos en la entrega de leche, frazadas, materiales de construcción, o b) Nos decidimos a avanzar como funcionarios y dirigentes políticos convencidos en un abanico más amplio, cuya base ideológica sea una verdadera política social, que potencie las políticas en deporte, inculcando a los más pequeños una vida sana en cuerpo y mente. Dignifique con soluciones en viviendas y mejoramientos habitacionales con la construcción de más de 500 baños como ha ocurrido en este último tiempo en nuestra ciudad. Acerque una cultura de calidad en forma gratuita y distributiva para que sea una herramienta de transformación socio-cultural para que todos disfruten de cualquier espectáculo y en cualquier lugar.
Que la educación llegue a todos nuestros gurises y vecinos, donde el estado municipal refuerza la formación desde los jardines maternales hasta jóvenes y adultos.
Que las madres dejen de sufrir el flagelo de la violencia siendo verdaderamente atendidas por profesionales para guiarla de la mejor manera posible en el infierno en el que están insertas.
Que aprendamos de los lugares que tenemos en la ciudad para enseñarlos y explicarlos a nuestros visitantes entendiendo al turismo para todos y no solamente para los que tienen poder adquisitivo.
Que el trabajo en cooperativas de trabajo revitalice el tejido social todos los días incluyendo a alguien llevando el pan de cada día con esfuerzo y sacrificio.
Que la obra publica con claro contenido social sea distribuido en cada barrio de la ciudad, arreglo de calles, veredas, limpieza.
Que cubrimos casi toda la ciudad con cloacas y cerramos el basural a cielo abierto poniendo en funcionamiento la planta de tratamiento de residuos sólidos domiciliarios para que nos permita mejorar nuestra calidad de vida;
Que nuestros conciudadanos cada día estén mejores atendidos en el hospital público dotándolo de mayores avances en tecnología y recursos humanos.
Algunos pretenderán que los chicos en situación vulnerable coman muy bien en los comedores, pero nosotros creemos que deben comer en su casa, por eso dimos cursos de cocina en los salones comunitarios que construimos, y luego asistimos a sus familias para que les den de comer en el calor del hogar.
También creemos que sus padres deben alimentarlos con el fruto de su esfuerzo, por eso tenemos la oficina de trabajo, promovimos la creación de cooperativas de trabajo y también promovemos iniciativas productivas como huertas comunitarias o la textil municipal.
No podemos dejar de remarcar que la Asignación Universal por hijo ha marcado un antes y un después en la lucha por la pobreza dura y cruel. Eso y mucho más para nosotros es desarrollo social con inclusión para todos.
Es cierto necesitamos entregar, dar y subsidiar pero también no es menos palpable que decidimos avanzar hacia sectores más críticos, menos dependientes.
De qué clientelismo hablamos, si para algunos el único cliente que conocen son los semejantes que se paran en frente para decir; ¿cuanto le debo doctor?
Hay mucho por corregir, pues bien, propongamos mejores soluciones.
Pero a decir verdad nadie que se precie al menos de serio y coherente ha sumado alguna idea para seguir rompiendo con ese estigma de dar para ganar, de entregar para convencer, de regalar para votar.
A no equivocarse y “malentender intencionadamente” nuestras políticas sociales.
No pensamos a nuestros niños y abuelos como rehenes sino como hombres y mujeres en serio, en una sociedad en serio, con un gobierno en serio y con dirigentes que al menos en sus declaraciones intenten ser serios.
Por favor con la guitarra no!, si al menos no se puede rasguear zamba de mi esperanza.
