Respecto de la plaza hotelera, recordó que hay establecimientos que siguen cerrados como el Hotel Embajador, ubicado en avenida San Lorenzo este, cerca de Eva Perón, u otros que se han reconvertido como la Hosteria San Gabriel o ‘La Posada del Peregrino’, donde actualmente funciona un geriátrico.
Para Lampazzi, la diferencia entre Federación y Concordia es abismal. En la Ciudad Jardín hay cerca de 10.000 plazas hoteleras y en Concordia alrededor de 3.000. «Es un problema de inversiones privadas que tenemos que, por un motivo u otro, no se concretan. Se viene trabajando bastante bien en la captación de turistas en los últimos años pero falta la parte de inversiones. En otras ciudades vemos que se han hecho inversiones importantes con algunas cadenas internacionales, o se anuncian al menos, pero acá falta bastante», remarcó.
Respecto de la importante afluencia de turistas uruguayos que se veía esta mañana por el puente Salto Grande, dijo que es el único lugar, de las tres conexiones viales, por donde no se cobra peaje y eso influye. Además, recalcó que no todos quedan en Concordia. «Esa es una situación que venimos observando de hace rato. Creemos que todos vienen a Concordia y la verdad es que Uruguay tiene tres pasos con Argentina, el que está más al norte. Entonces, todo aquel que va a Cataratas, a los Esteros del Iberá o a Federación», indicó Lampazzi. «La Semana del Turismo son muchos días, para ellos es mucho más largo que un fin de semana largo, es como una minivacación», indicó.
De hecho, mencionó que en la Ciudad Jardín todo el año se registró una buena cantidad de uruguayos. «Te diría que el 70 u 80 % son autos uruguayos y todo el tiempo fue así», indicó.
Asimismo, se hizo eco del malestar que existe en el país vecino entre los comerciantes por la constante llegada de visitantes para consumir de este lado del río Uruguay. «La diferencia de cambio trae problemas de un lado o de otro. Esto es así y es sabido», indicó.
Lampazzi le restó importancia al asunto al señalar que está sobredimensionado, ya que la crisis en la Banda Oriental no se debe solamente al comercio fronterizo. Y añadió que, a pesar de la diferencia cambiaria, en rubros tales como calzado, textiles y cubiertas de autos, el cambio favorece a los comercios uruguayos.
Los uruguayos «gastan mucho en gastronomía. No lo digo yo, lo ha dicho la Asociación Hotelera que vienen un poco reemplazando el consumo local», subrayó.
«De alguna manera nos ayudan a paliar la crisis. La mayoría de quienes vienen de Uruguay no viene a hacer negocios, salvo los bagayeros, sino que vienen a estirar el sueldo, a tratar de llegar mejor a fin de mes. No vienen a darse lujos, sino a tratar de estar un poco mejor y nada más», remarcó.
«La mayor diferencia se da en alimentos. A veces la diferencia de precios no son tales. Se comparan los precios de las mismas marcas, pero casualmente son productos de Precios Cuidados que de este lado prácticamente no hay. La comparativa es medio engañosa», sostuvo.
«Acá es donde más se ve eso en las grandes cadenas. Lamentablemente, es ahí donde todo el dinero se va. Se va en un camión de caudales a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de allí no sabemos si queda en el país o se va a otro lugar del mundo. Esto es así. Hay que pasar los fines de semana y ver las playas de estacionamiento de las grandes superficies. Ahí ves la cantidad de dinero que no queda, pero es así: lamentablemente trabajamos para otros», manifestó por último.