Chaparro, el ex empleado, enfrenta una causa por lesiones graves que es penada con una escala que va de uno a ocho años de cárcel. “Tengo que elegiré entre uno y ocho años que condena creo que sería la adecuada”, dijo Bartolo a Radio Ciudadana. El juez de la causa es Tobías Podestá.
“El domingo a la noche cerca de las 21:30 se presenta en la Comisaría 4º el doctor Hugo Gorla denunciando que un ex empleado del hospital, que sindica que sería un ciudadano de apellido Chaparro, lo había agredido a golpes de puño, le habría proferido amenazas en la vía pública”, dijo. El medico policial constató varias heridas contusas y un corte en el labio.
El hecho ocurrió en Boulevard Daneri, un lugar muy concurrido de la ciudad, y una cámara de TV registró el hecho. Testigos ocasionales también dieron cuenta de lo sucedido. Por ello, de inmediato, se pidió la detención del Chaparro quien fue hallado en su vivienda. Se le secuestró la ropa que llevaba cuando agredió a Gorla, se les revisó las manos para ver si estaban hinchadas o inflamadas, prueba contundente que dejan como huellas una golpiza.
Pasadas las 48 horas de quedar a disposición de la Justicia, se le recibió declaración como imputado del delito de “lesiones leves” y “amenazas simples”. Bartolo dijo que pidió la detención porque necesitaba el examen corporal de Chaparro dado que si no se presentaba corría riesgos de perder esa prueba. Además había una denuncia del año 2013 que le hacía prever un posible riesgo de entorpecimiento de parte de Chaparro en la causa.
Pero un informe médico determinó que el director del hospital tenía una fractura en una de sus costillas. Por ese hecho, la caratula cambio a “lesiones graves”. Nuevamente se le recibió declaración por la nueva calificación legal pero Chaparro se negó a dar su versión. Luego Bartolo determinó que quede en libertad, pero tiene que cumplir con determinadas medidas de coerción. La más importante es que no se puede acercar a Gorla, tanto en espacios públicos como privados. Además, tiene prohibición de contacto mediante cualquier medio. Si incumple esas medidas, la fiscal pedirá la inmediata prisión preventiva.
Por otra parte, Chaparro no tiene denuncias anteriores ni antecedentes penales, dijo Bartolo. Pero en 2013, el asesor legal del nosocomio había realizado una denuncia al fisicoculturista por un sumario labrado debido a incumplimientos laborales. “Al enterarse Chaparro lo amenazo a López que si el sumario llegaba a su fin y concluía en su despido lo iba a golpear, lo dijo con palabras más vulgares, a él, a la jefa de personal y al director”, dijo la fiscal. En ese momento, se le impusieron medidas perimetrales. “Quedó todo muy tranquilo”, acotó. Pero en diciembre de 2018 sale el decreto donde se dicta la cesantía del empleado en ese entonces que termina en la agresión del domingo pasado.
