“Siempre cuando se pierde la vida de un joven en un hecho como este, o como ha pasado hace algunos años en algunos accidentes de tránsito o de motos, en un pueblo chico donde conocemos a todos desde que nacen, algunos criados con nuestros hijos, por supuesto que quedamos mal”, dijo Martínez.
Al caso del joven asesinado se sumaron varios cuestionamientos al accionar de la Policía y a un episodio de robo violento con ingreso al hogar. “Se sumaron varias cosas, la gente salió a la calle acompañando al padre del chico que falleció”, indicó. Los manifestantes hicieron un petitorio que se entregó en la comisaría local, una copia se envió al Concejo Deliberante y otra al Ejecutivo.
El intendente se vio en una situación incómoda el día de la marcha cuando los familiares le pidieron que hable en público. Martínez indicó que el municipio no tiene herramientas para combatir el delito, sólo puede llamar y gestionar ante las autoridades policiales o políticas de la Provincia. “La gente estaba muy conmovida y había que estar y aguantarse si alguno estaba molesto y nos silbaba. Como en todos lados, tenemos gente que nos quiere y no nos quiere”, indicó. De todos modos, remarcó que fue pacífica, la gente no se desbordó y la familia se pudo expresar como para calmar un poco “el dolor de perder un hijo tan joven en algo tan injusto como en una pelea insignificante”.
Martínez indicó que hay una persona detenida, un adolescente de 17 años, a quien se le secuestró ropa ensangrentada. “El chico éste estaba internado en Concordia, en un hogar y no sé donde lo enviaron”, señaló.
En las notas se solicitaron varias cuestiones. Además de que se resuelva el caso, los vecinos pidieron que se controle la venta de estupefacientes en la localidad. “Se indica que toda esta violencia es generada por la adicción a las drogas de los chicos”, indicó. Martínez dejó constancia de que lo que afirmaba era lo que “presume la gente”.
No obstante, reconoció que la droga “es un problema” que está instalado desde hace dos décadas en General Campos al igual que está extendido “a lo largo y ancho del país”. “No puedo acusar a nadie, no he visto a nadie vendiendo pero hay chicos con adicciones. En algunos casos ha intervenido la dirección de Acción Social de la municipalidad para darles las ayuda dentro de las posibilidades que tenemos en un pueblo chico”, añadió.
Aunque no hay estadísticas acerca de cuantas personas son adictas, en General Campos se rumorea quienes son las cuatro o cinco personas que traen la mercadería. Martínez recordó que la Policía hace poco detuvo a un joven con sustancias prohibidas en su poder junto a un chofer de remisse quien fue liberado porque no tenía relación con el imputado. “Pudo zafar”, acotó.
Esta semana, el ministro de Seguridad, Adán Bahl, y el Jefe de Policía de la Provincia, Héctor Massuh cambiaron al Jefe de Policía, de acuerdo al compromiso asumido con la familia Ferrer. “Creo que se pidió más compromiso a la fuerza de seguridad y al Jefe Departamental que estuvo varios años acá que estaba en Federación”, dijo Martínez, quien agregó que dialogó con el jefe policial, quien le expresó que sin las herramientas que precisa y el personal que considere adecuado más un refuerzo de agentes para la comisaría le va a ser “muy difícil llevar adelante la tarea”.
En tanto, Martínez dijo que “inseguridad” en General Campos significa un “ratero que se lleva una garrafa o una gallina”. Por eso pidió a la comunidad no dejar abierto los autos ni las propiedades sin llave. Sin embargo, dos casos sucedidos recientemente de ingreso a domicilios de desconocidos con armas de fuego maniatando y amordazando a las familias generaron preocupación. “Hace muchos años que no pasaba. En la década del 90 hubo dos o tres caso pero hace mucho que no había”, recordó.
