El profesional, que había asegurado que al llegar a Chajarí se encontró con un hospital caótico, aclaro que “caos en el sentido de que no estaba estructurada la sección de personal, había que solucionar con los gremios el arancelamiento y era anárquica la atención de los consultorios”. “Ahora, además de una sección de personal, estamos revisando expedientes de personas a las no se le ha dado ningún tipo de solución en su reclamo”.
El nosocomio venía de una serie de vaivenes que fueron marcados particularmente por los reclamos de ATE por el cobro de los pagos por arancelamiento que recibía la institución, denuncias de una suerte de “clínica privada” en el quirófano y –en los últimos meses antes de la asunción de Elordi- por la pelea con tintes políticos entre el anterior director, el concejal y ahora candidato a intendente Daniel Benítez, y el intendente García.
Acerca de si encontró dificultades para implementar sus cambios, Elordi mencionó que “es casi una pelea diaria en esto de ir encauzando, porque donde soltas el sistema se te vuelve a desviar. Obviamente que cuesta, porque hace a lo que es usos y costumbres de un modelo”. “No he llegado a enfrentarme, pero si he tomado medidas.” manifestó el respecto. “Soy bastante claro cuando explico mis conceptos básicos. Y yo horizontalizo, acá son todos empleados del hospital: médicos, enfermeros y personal administrativo”.
“Yo hago hincapié en el personal. Me gustaría que el poder de corrección del rumbo quedase en la masa de los empleados”, expresó con relación al proceso que inició para rodearse de gente de confianza y así poder delegar responsabilidades. “Cuando la mayoria tiene le poder, no importa quien esté arriba, porque es muy factible que los amiguismos desvirtúen el sistema”, agregó. “Al transcurrir el tiempo he ido sumando gente que entienden lo que quiero, que le interesan los mismo objetivos, que, incluso, ya los tenían y que en otras gestiones no los pudieron llevar a cabo”, destacó.
