La FTV marchó en Concordia a favor de la Nación en su pulseada con el campo

“A uno le duele que la gente salga a golpear cacerolas cuando le tocan las retenciones. No les duele cuando los grandes productores salen a desmontar como lo que pasa en Salta donde el agua arrasa debido a la desforestación. A eso no le prestan atención”, dijo la ex-concejal del Nuevo Espacio.
Los manifestantes se concentraron a las 20 hs., dieron algunas vueltas a la plaza, leyeron un documento, y cantaron el himno. La manifestación duro cerca de una hora. Todo finalizó cuando el vecinalista Miguel Segovia propuso dirigirse hasta la Sociedad Rural para manifestarse. En ese momento, la gente comenzó a disgregarse.
Tribulatti señaló que la intención era dejar en claro que la cuestión de fondo no pasa por las retenciones no sino que se discuten “dos modelos de países diferentes”.
“Uno vislumbra un camino distinto con las retenciones para que sean distribuidas en la sociedad”, dijo la ex-concejal. “Uno acompaña la política, si no es perfecta se debe corrige pero en democracia”, añadió.
La ex-concejal dijo: “no estamos encontrar del pequeño productor, acompañamos el reclamo del pequeño productor. Pero no podemos acordar con el gran productor, porque nos arrasan con la soja. Hace rato que lo denunciamos”.
La titular de la CTA Concordia también transparentó su sorpresa ante la conjunción de la Federación Agraria con la Sociedad Rural en la protesta. “Hemos caminado el país con la Federación Agraria. No entiendo, para mí faltó el dialogo previo a la decisión de las retenciones”, explicó.

El documento

«Desde hace más de dos semanas los sectores relacionados a la actividad agropecuaria mantienen un paro del sector que va poniendo un grado de tensión cada vez mayor en relación no solo al gobierno sino también a otros sectores sociales.
Una mirada superficial podría aceptar que los reclamos son justos, y que las retenciones en cambio son injustas, sin embargo es importante analizar el problema en su complejidad.
Los sectotres más concentrados de la actividad agropecuaria, que historicamente los denominamos “oligarquia agropecuaria”, siempre pelearon por sus privilegios, y en muchos momentos históricos aportaron ideas, apoyo y funcionarios, como Martinez de Hoz, a las dictaduras, fueron socios de la década Menemista y participaron del festival del negocio financiero que destruyó al país. Hoy se quejan de las retenciones agrícolas, porque en vez de ganar cientos de millones de pesos, solo ganan millones de pesos. Este sector, sin embargo, es beneficiario de las políticas del gobierno, energía subsidiada, combustible subsidiado, dólar alto sostenido por el estado a costa de todos los argentinos y además pagan sueldos en pesos (con uno de los convenios peor pagos del país y en muchos casos en negro) lo que los ubica en posiciones inmejorables para competir en el mercado mundial, mejor por ejemplo que los productores de Brasil o Uruguay, por nombrar a los vecinos que no tienen este apoyo estatal.
En defensa de esos sectores parte de la ciudadanía, salió a la calle a golpear cacerolas relucientes añorando viejos tiempos golpistas.
Que duro es ver a los estudiantes universitarios con sus carteles de apoyo a los ruralistas en huelga, como si monsanto y el Ché Guevara pudieran darse la mano.Que lamentable es darse cuenta que esas cacerolas relucientes, esos estudiantes movilizados y esas familias temerosas del desabastecimiento no salieron a la calle cuando los terratenientes de este siglo XXI expulsaron a familias y pueblos enteros para plantar su soja maldita. Que duro es ver que se cortan las rutas para que China y Europa no dejen de tener soja fresca, y para que monsanto no deje de vender sus semillas y sus agroquímicos esos agroquímicos que nos contaminan la tierra y el agua.
Pareciera que todo se refiere solo al tema de las retenciones, que son injustas para el pequeño y mediano productor, chocolate por la noticia eso ya lo sabemos, pero no compañeros, no es así, en realidad todo esto gira alrededor de dos modelos de país, el viejo que siempre sometió a las clases populares al arbitrio de los poderosos o el nuevo; el que impulsa la distribución de la riqueza, la inclusión social, un PAIS EN SERIO Y PARA TODOS.
Somos partícipes de la idea de que los pequeños y medianos productores del campo que necesitan más y mejor estado deben participar de la estrategia política del gobierno que fue votada por el 46 % de los argentinos. Para este sector debe haber una política diferenciada, con estímulo, subsidios y que sean de fácil implementación. La antinomia fue, es y será entre el pueblo y los que tienen privilegios desde siempre y no debe ser otra. Convocamos a los productores que tienen un claro compromiso con el país a declarar un impas en el paro para abrir un canal de diálogo que restablesca las condiciones de trabajo y transporte para seguir construyendo el crecimiento del país con una más justa distribución de la riqueza.
Concientes como pueblo trabajador de que solamente por medio del diálogo se podrá construir un bienestar general, es que acompañamos las iniciativas y acciones al respecto que se estan llevando adelante. Dialogar y acordar con justicia nos beneficiará a todos y no la soberbia de los productores ricos que solo les interesa sus incalculables ganancias.
Es por eso que “ a la fuerza bestial de la anti-justicia social le opondremos la fuerza popular organizada”.

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