Dicho síndrome es aquel por el cual un bebé de pocos meses sufre lesiones físicas y cerebrales como consecuencia del violento zamarreo por parte de mayores. La niña de tres meses tenía fracturadas algunas costillas y un edema cerebral, que llevaron a los médicos que la atendieron a denunciar a sus padres por posible maltrato.
Cinco años y medio después la causa llegó a juicio oral y público desarrollado esta semana en la Sala 1 de la Cámara del Crimen de Paraná, contra Emanuel Tórtul y Silvina Viola, imputados por el delito de Lesiones graves calificadas por el vínculo.
La fiscal de Cámara, Carolina Castagno, fundamentó su pedido en las declaraciones de los médicos que revisaron a la bebé, quienes le diagnosticaron un cuadro compulsivo grave. Además, les había llamado la atención la demora en que los padres concurrieron al Hospital para asistir a su hija. La pediatra dijo que la niña había ingresado en un estado grave, con fracturas con distintos grados de evolución, y un edema cerebral que conllevaba un riesgo de muerte. También le constataron a la niña múltiples hemorragias retinales, causadas en este caso, según la fiscal, por el síndrome del niño sacudido. Castagno remarcó la declaración del médico forense Luis Moyano, quien afirmó que las lesiones de la bebé eran consecuencia del sacudimiento.
Además, la fiscal rechazó la versión que habían dado los padres al declarar, y sostuvo que ambos conocían la situación y lo que le habían ocasionado a su hija. Por lo tanto, consideró que ambos, sea por acción u omisión, en su posición de garantes de la integridad de su hija, son los responsables de las graves lesiones, ocurridas entre noviembre de 2006 y enero de 2007. Castagno pidió cuatro años de prisión efectiva para Tórtul, y tres años condicional para Silva, quien habría actuado bajo la coacción de su pareja.
“Se desconocen los autores”
Enrique Otegui, defensor de Tórtul, dijo que la causa está cargada de emociones por la gravedad del hecho, y recordó que el padre de la víctima eligió asistir al juicio oral y público antes que aceptar la propuesta de la Fiscalía, que había ofrecido pedir cuatro años de prisión si aceptaba la responsabilidad en el delito.
“El motivo de la audiencia es saber qué pasó”, dijo el abogado, quien discrepó con la fiscal sobre le daño constatado por los médicos, ya que por ejemplo el diagnóstico de Moyano sobre el mencionado síndrome es “supuesto”, no categórico.
Además, manifestó que no se sorprendió con el pedido de condena para los padres de la bebé, ya que el Ministerio Público Fiscal tomó la misma actitud en otras causas, acusando a los familiares de las víctimas (mencionó como ejemplo los casos del homicidio de Ruiz y la condena a Liliana Rivas).
Por otro lado, Otegui afirmó que no se sabe cuál es la causa de las lesiones en la bebé, y pese a que los padres podrían haber fraguado una excusa (una caída accidental o echarle la culpa a los niños de la familia), no lo hicieron. “No está demostrada ni la autoría ni los medios comisivos ni el lugar del hecho”, dijo el defensor, “solo el daño con múltiples posibilidades de lo que sucedió”.
Luego, Guillermo Retamar, defensor de Viola, adhirió al planteo de Otegui, y coincidió en que “no se ha determinado el autor del delito”, ni tampoco si el mismo “fue doloso o culposo”. En este sentido, el abogado cuestionó que “se pretende penar el acto y no el autor”.
El defensor remarcó que “nadie quiso lesionar a la nena, fue una hija muy buscada”, y además “Se la dieron en el Hospital sin los cuidados especiales para un bebé prematuro”.
Ambos defensores pidieron al tribunal la absolución de los padres, y que se ordene de inmediato la restitución de su hija.
“Me siento condenado”
Al finalizar el juicio, tras los alegatos, el tribunal le concedió la última palabra a los acusados. Tórtul, el padre de la bebé, dijo: “Soy inocente, ya me siento condenado con la separación de mi hija”. Viola, la madre, dijo sin ocultar el llanto: “Soy inocente, jamás le hice daño a mi hija”, en un descargo que fue observado con atención por los jueces.
“Respeto por los jueces”
En cuanto el llamado de atención recibido por el abogado Guillermo Retamar por parte del tribunal, luego de un planteo de recusación en el que Viola dijo que los jueces la habían prejuzgado, el defensor dio sus explicaciones. En su alegato afirmó que no comparte que los magistrados puedan ser parciales o tengan interés particular en la causa, sino que por el contrario afirmó que tiene respeto profesional y personal por los integrantes de la sala que está llevando adelante el juicio.
Veredicto
El tribunal de la Sala 1 de la Cámara del Crimen de Paraná, integrando por Miguel Ángel Giorgio -presidente-, Hugo Perotti y José María Chémez, adelantarán la sentencia el lunes al mediodía, ya que hoy y mañana son días inhábiles para la Justicia entrerriana.
