Según el médico, la metodología anunciada “puede servir para conocer algunos datos de la realidad, en la medida que este sistema permita saber cuánta es la gente que está demandando los servicios hospitalarios”.
Sin embargo, consideró que “a priori lo que no nos parece que vaya a alcanzar es el financiamiento, que tiene que darse por el cobro que va a hacer el hospital a los pacientes que tengan obra social”, advirtió en diálogo con APF.
Urribarri había anunciado que se financiaría el sistema mediante el cobro “con el cobro estricto y sistemático a las obras sociales de todos los servicios directos e indirectos que hace el hospital a los afiliados a esas obras sociales”.
Rodríguez indicó: “A ese trabajo ya lo están haciendo aquellos hospitales de autogestión o los que tienen un servicio arancelado, que está funcionando aceptablemente bien”. Si bien reconoció que puede existir “algún subregistro, porque hay gente que no declara que tiene obra social cuando demanda los servicios hospitalarios”, estimó que no son tantos los casos.
Por otra parte, Rodríguez advirtió: “La implementación de la tarjetización –como denomina el gobierno a la entrega de tarjetas del seguro de salud– va a llevar tiempo de implementación. Parangonando la situación, el Iosper está haciendo un reempadronamiento para darle una tarjeta a los afiliados y ya lleva mucho tiempo. Si bien estuvo el tema de la gripe A, que lo paralizó un poco, no sé si el reempadronamiento llega hoy al 50% de los afiliados”.
“Esto tiene un aspecto enunciativo, pero en la práctica va a llevar tiempo. Vamos a ver cómo son los vaivenes políticos y si esto no se pierde luego”, expresó.
Como si esto fuera poco, respecto de dudas planteadas al anuncio oficial, Rodríguez agregó más “variables”. Por ejemplo, indicó que la cobertura de obra social también puede estar limitada. “Hay mucha gente que, aún teniendo obra social, no tiene la posibilidad, dependiendo de la época del mes, de pagar un coseguro”.
En cuanto a la alta demanda que se registra en los hospitales por parte de gente que tiene obra social, que es el supuesto que lleva al gobierno a considerar que de allí puede obtener el financiamiento del nuevo sistema, indicó: “Lo que existe es una gran demanda sobre todo con el tema de la accidentología y los siniestros donde el afiliado es llevado en primera instancia al efector público, y ahí sí hay posibilidades de recuperar algo, ya sea porque la persona tiene obra social o por las compañías de seguro “, indicó.
