La empresa recicladora espera el permiso del Concejo Deliberante

Bóveda aclaró que el nombre de la empresa que se instalaría en Concordia será Cetru S.A. “por un problema societario”. Proeconor, la firma que también representan Bóveda, está en Buenos Aires, en campos del CEAMSE (Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado).
En cuanto a los pasos que resta para que la empresa comience a funcionar, Bóveda aseguró que avanzaron con “obras realizadas en Buenos Aires” y sólo resta la aprobación del convenio firmado con el Ejecutivo por parte del cuerpo deliberativo.
La empresa tomará empleados que, se presupone, provendrán de los barrios circundantes al basural. No obstante, el responsable de la empresa aclaró que, por una cuestión comercial, no se comprometen a tomar únicamente vecinos del barrio “El Silencio”, muchos de los cuales se dedican al cirujeo. “Lo vamos a dejar plasmado en un anexo del contrato, en el cual no nos circunscribimos a un barrio en especial. Ponemos en esa anexo que vamos a tomar gente de Concordia”, sostuvo.
La empresa trabajaría los residuos en tres etapas. Reciclado: se reciben los residuos y se clasifican manualmente; compostaje: se convierten los residuos orgánicos en abono para la zona; disposición final “en seco” para los residuos que no se reciclen.
Lourdes Gamboa, titular de Medio Ambiente, expresó que la propuesta de la empresa es similar a otra que presentaron desde la dirección que encabeza, aunque hay diferencias que no son menores. “Nuestro proyecto es más integral. Ellos se limitan solamente a los domiciliarios; nosotros atendemos también disposición final de residuos peligrosos”, señaló Gamboa. Se trata de los residuos incluidos en la ley nacional Nº 24.051, y abarca los patológicos, industriales, etc. “Incluye a los talleres que hace cambios de filtros (aceite); los tenemos en guarda hasta darles una disposición adecuada”, sostuvo.
¿Adonde irían a parar los residuos peligrosos, ya que la empresa no tiene previsto recibirlos? “Esa es la pregunta del millón”, respondió Gamboa. Y dejó en manos del Ejecutivo encontrar un lugar alternativo para depositar esos desechos.
El concejal Marcos Wdowiak (Bloque Vecinal) al final del cónclave aseguró que quedó en claro que el Campo del Abasto “es una bomba de tiempo”. “Se tiran residuos peligrosos sin ningún tipo de control; el desobstructor está constantemente volcando desechos cloacales en cualquier lugar”, detalló.
La mezcla a cielo abierto de los residuos domiciliarios con desechos cloacales, residuos peligrosos y familias que van a revolver basura llevó al concejal a opinar que: “hemos tenido suerte de no haber sufrido alguna epidemia o enfermedad grave con consecuencias inimaginables”.

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