A 72 horas del fin de la tregua de dos meses tras despejar la ruta 136, los asambleístas afirman estar “decepcionados”. A pesar de haber sido recibidos en dos oportunidades por el canciller, y de reconocer que el acuerdo firmado por la presidenta Cristina Fernández y su par uruguayo, José Mujica permitirá el ingreso a la planta, aseguran que la mayoría de los puntos que reclamaron para abandonar el corte en Arroyo Verde no se han cumplido. La reunión que Ruiz Cerutti mantuvo el viernes con el equipo legal de la asamblea fue calificada por los letrados como “poco alentadora”, ya que no se llevaron una respuesta contundente a sus pedidos. Sólo la promesa de que no se avanzará en otras cuestiones de la agenda bilateral, como el dragado del río, hasta tanto no se resuelvan los pormenores del ingreso a UPM, y se acuerden los detalles del monitoreo. La Cancillería deberá además evaluar una vía diplomática que no genere nuevos roces con el país vecino para atender las denuncias de los ciudadanos de Gualeguaychú por contaminación atmosférica, que no están contemplados en el estatuto binacional de protección del río.
La imposibilidad de los activistas de manifestarse en Uruguay y la negativa del país oriental a notificar a los directivos de la pastera de su situación legal en la causa que se tramita en Concepción del Uruguay por el delito de contaminación son otros de los puntos que serán transmitidos a Timerman mañana.
En tanto, el Gobierno deberá decidir si acepta que los especialistas Elías Matta y Marcelo Conti –sugeridos por los asambleístas– integren el comité científico binacional, encargado de recolectar las muestras en la pastera. En ese clima, el miércoles los ambientalistas pondrán una fecha para convocar una asamblea ampliada que definirá cómo debe seguir el reclamo. Un sector del colectivo ambientalista apuesta a retomar las acciones de fuerza, aunque de manera esporádica, mientras que otro propicia una prórroga indefinida del levantamiento del bloqueo para analizar, sin plazos, si se cumplen sus exigencias. Entre ellas, la de una futura visita de Timerman a la ciudad y el fin de las difíciles negociaciones para establecer los parámetros del monitoreo binacional, en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU).
