En cuanto al cultivo de sorgo granífero, la superficie sembrada del cultivo es de 115.000 hectáreas. “Este cultivo tiene una mayor plasticidad que el maíz pero se ha visto resentido, de manera importante, su rendimiento; más allá que de ocurrir futuras precipitaciones tienda a mejorar”, precisa el relevamiento.
“Es importante aclarar que tanto para el maíz como para el sorgo, la tecnología que se implementa en el cultivo (hablamos de tipo de híbridos, fertilización, herbicidas, etc.) benefician en mayor medida el rendimiento en períodos críticos como estos. En esto momentos la Secretaría de la Producción, a través de la Dirección General de Agricultura, se encuentra abocada en fundamentar técnicamente el pedido a la Secretaría de Agricultura de la Nación de la declaración de emergencia agropecuaria para estos cultivos”, puntualiza el escrito.
En lo referente al girasol, el área sembrada de este cultivo es de 65.500 hectáreas. “En estos momentos se encuentra en la etapa de llenado de grano, si bien las flores son pequeñas la posibilidad de lluvias tendrían un efecto compensador en el rendimiento del cultivo”, consigna.
En cuanto a la soja la superficie sembrada esta campaña fue de 1.360.200 hectáreas. “El proceso por el cual se encuentra atravesando este cultivo es, en cuanto a la soja de primera, crítico ya que ha comenzado a florecer y hay caída de las mismas, por lo que nos hay producción de granos y por ende se resiente el rendimiento. En cuanto a la soja de segunda, el perfil del suelo ya se encontraba con bajas reservas de agua por el cultivo de trigo, lo que ocasiona la mortandad de la planta en etapas juveniles”. “En estos momentos precipitaciones importantes traerían alivio a los cultivos de soja, sorgo y maíz de segunda. En el cultivo de arroz, cuya superficie de siembra se ubicó en los 71.000 hectáreas, al contar con riego y una importante luminosidad, las condiciones con que se encuentra el cultivo son óptimas”, estima el relevamiento de Arbitelli.
Fuente: APF