Di Lello argumentó que el pedido es avalado por el estatuto de cooperadoras. “Siempre que sea una cooperación o una colaboración que, por lo general se debe acordar en asamblea de cooperadora, no hay nada que no sea legal y que no esté permitido”, recalcó la funcionaria a Radio Ciudadana.
La directora departamental fue recibida hoy, junto al vocal del CGE Gastón Etchepare, por los concejales de los tres bloques. Al respecto, el edil Iván Alalí (FPV) quien llevó la inquietud al recinto, sostuvo que habían recibido quejas de padres a quienes se les exigía la cuota de la cooperadora en concepto de inscripción o reinscripción. “Nos ratificaron que la escuela es totalmente gratuita y que no se le cobra absolutamente a nadie pero existen en cada escuela una cooperadora que es una forma de colaboración voluntaria”, sostuvo.
“Creemos que es buenísimo que los padres podamos colaborar pero no poniéndonos un monto ni nada por el estilo”, mencionó el edil. En ese sentido, según trascendidos dado que no hay recibos por escrito, en algunas escuelas exigen entre $ 300 y 400 para inscribirse o reinscribirse y otra colaboración para la cooperadora que rondaba ente los $ 100 y $ 200. Por ello, Di Lello les pidió que si se enteran de algún caso ‘por escrito’ que les transmitan la información que ellos van a tomar cartas en el asunto.
Además, Alalí señaló que se puede colaborar de otra forma mediante la realización de trabajos como pintura, cambiando un foco o cortando el pasto. Los ediles solicitaron la confección de afiches en cada establecimiento escolar donde se establezca que en ese establecimiento no se cobran inscripciones o reinscripciones pero quien quiera puede colaborar en forma voluntaria con $ 5, 10, 20 o 30 sin poner el nombre de quienes aporten para no dejar en situación incómoda a quienes no puedan hacerlo.
Por otra parte, el edil dijo que la CTM (Comisión Técnica Mixta de Salto Grande) realizó muchas veces reparaciones de edificios escolares. En se sentido, destacó la gestión del último presidente Juan Carlos Cresto. Pero hoy el organismo binacional está acéfalo y esa tarea no se realizó en el último verano. El nombre de Roberto Niez viene sonando insistentemente para ese cargo. Alalí dijo que estaba de acuerdo con que el ex candidato a intendente asuma dado que es un “hombre de bien” y que “le va a dar casi seguro la misma impronta que el presidente anterior”.
Stgebañer dijo que los pedidos cuestionados suceden en las escuelas secundarias. “Se está pidiendo un monto que para nosotros es importante”, manifestó. “El posicionamiento de Agmer es que no está de acuerdo con ese pedido de colaboración que es una reinscpripción. En principio atenta contra lo que es el carácter público de las escuelas”, dijo. Por ese motivo, señaló que se hace un llamado de atención a quienes deben garantizar que las escuelas estén en condiciones.
“Hablando con distintos actores en las comunidades educativas nos plantean que las escuelas tienen una necesidad de mantenimiento que tanto el Estado provincial como el Consejo Departamental de Educación no están cumpliendo”, manifestó. Pero aclaró que una cosa es que las cooperadoras realicen actividades para juntar fondos de forma voluntaria y otra es cobrar una reinscripción de forma ‘obligatoria’. “Obligatoria entre comillas”, señaló el secretario general de Agmer.
Las instituciones escolares necesitan elementos de limpieza e insumos básicos como papelería, impresos, teléfono, Internet y fotocopias para funcionar. Para costear esos gastos, el CGE (Consejo General de Educación) envía una partida mínima. “Para las escuelas grandes e importantes manda una partida que no llega a los $ 1.000 para mantener una estructura donde transitan 500 o 600 chicos diariamente. Y se paga atrasado”, mencionó. O las partidas “no vienen, vienen a cuentagotas o una vez por año y la situación se agrava”.
Por ello las escuelas recurren a los mecanismos como la reinscripción. “Pero los alumnos no deben ser reinscriptos. Cuando pasan de un año a otro, ya tienen la inscripción automática” aclaró. En otras se menciona como si se tratase de una colaboración. Y “se está instalando como algo de carácter obligatorio”. Los padres no están obligados a realizar ese esfuerzo económico pero como algunos lo hacen, dejan a los otros como una especie de deudores de un ítem que en realidad no se debe abonar.