La cumbre del MERCOSUR terminó sin referencias al conflicto por Botnia

La apertura de la Cumbre fue realizada por el presidente Tabaré Vázquez, quien luego de dar la bienvenida a los mandatarios de la región le cedió la palabra al canciller Reinaldo Gargano.
El ministro dejó en claro que durante la Presidencia Pro-Témpore no se alcanzó el gran objetivo de eliminar la doble tributación para productos que ingresan por fuera de la región. El tema quedará para el año que viene.
«No obstante, ello el proyecto no ha podido ser concluido, por lo que se procedió a extender los plazos para que un grupo de alto nivel continúe trabajando y concluya con la tarea de redacción en el mes de mayo de 2008. Con respecto al mecanismo de distribución de la renta aduanera, se trabajó en el ámbito de la atención del comercio del Mercosur. Se celebraron cuatro reuniones durante el semestre, se alcanzaron algunos avances en el ámbito técnico, los cuales se reflejaron en un documento que se anexó al acta de la reunión ordinaria del grupo Mercado Común. No se pudieron concluir las tareas, las cuales seguirán desarrollándose en el marco del Consejo del Mercado Común a los efectos de que sean finalizadas durante el primer semestre de 2008», expresó Gargano. Agregando que «pese a los esfuerzos realizados por la Presidencia Pro-Témpore de Uruguay, lamentablemente no se pudo llegar a un acuerdo en los plazos establecidos».
A su turno, la presidenta argentina, Cristina Fernández, se refirió a su nuevo rol como presidenta pro-témpore del bloque y la necesidad de profundizar la integración regional. En su discurso ante el plenario de mandatarios abogó por reafirmar la pertenencia a América Latina, «para mirarnos con mejores ojos». Afirmó que hay que hacer como los países desarrollados, que confían en sus propios logros.
Lo más fuerte de su discurso fue cuando cuestionó a los países que quieren dividir a la región diciendo que hay quienes desde fuera del «vecindario» no quieren la unión de este bloque. En esto hizo una referencia indirecta a Estados Unidos, quien responsabilizó a Argentina y Venezuela por el sonado «caso de la valija» con 800.000 dólares. Manifestó su apoyo al presidente Chávez y reafirmó que seguirá teniendo el mismo vínculo que mantiene hasta ahora con ese país.
No habló del conflicto con Uruguay por la planta de celulosa de Botnia, pero sí dijo que hay desafíos que deberá enfrentar en su Presidencia Pro-Témpore: superar las asimetrías, fomentar la integración productiva y eliminar el cobro del doble arancel.
«En este vecindario, como decía Tabaré, vecindario con obras y vecindario también por visitas, muchas veces las visitas en el vecindario no ven con buenos ojos que los vecinos se unan y se lleven bien y entonces promueven acciones tendientes precisamente a intentar dividir, separar o que los unos y los otros nos consideremos como impedimento o algo molesto. Por eso, yo espero que en esta Presidencia Pro-Témpore que iniciamos hoy podamos definitivamente incorporar a la República Bolivariana de Venezuela», recalcó Cristina.

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