n funcionario había escrito la argumentación que dio el Presidente acerca de la necesidad de mantener la medida el tiempo que sea necesario, con un paralelo de la progresión de casos aquí y en España. «El 6 de marzo, nosotros teníamos dos casos de coronavirus y España 380. El 7 de marzo Argentina tuvo 31 infectados y su primer muerto, y España 839 infectados y 10 muertos. El 10 de marzo nosotros no tuvimos ningún muerto y ellos ocho. El día que decidimos la cuarentena sumamos 128 infectados y 3 muertes y España tuvo 18.700 casos y 800 muertes. Habría que hacer la cuenta de a cuánta gente le salvamos la vida en estos días si no hubiéramos hecho nada y la curva hubiera seguido la progresión de España», desgranó Fernández una explicación que es la base de las decisiones que ha venido tomando.
Insistió que aflojar ahora podría hacer retroceder lo que se había alcanzado al momento en cuanto a achatamiento de la curva. Con los casos que se sumaron ayer, Argentina llegó a los 1.894 contagiados con un total de 79 fallecidos. Para seguir con la comparación, España superó los 153 mil casos y los 15.400 muertos. Esa foto causa espanto y da la idea de que cualquier esfuerzo vale la pena. «Hay que dejar en claro que con estas medidas se salvan vidas, todo lo demás es secundario», se remarcó en Olivos durante los encuentros.
Fernández primero se juntó con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien le llevó los informes que se habían preparado recolectando información de todas las áreas: zonas de infección, mapas de calor, la situación de los repatriados. Un panorama completo. También los pedidos que acercaron desde los distintos sectores y los que enviaron los gobernadores, tal como les había pedido el Presidente durante la teleconferencia que mantuvieron esta semana. Cafiero encabezó el martes el encuentro en la Casa Rosada con la UIA, la Cámara de Comercio y la CGT. Cada uno llevó una propuesta propia para un retorno progresivo a la actividad, pero se encontraron con un elenco de funcionarios mucho más reticente de lo que habían imaginado.
Por la tarde, armaron una segunda reunión a la que se sumaron los ministros de Salud, Ginés González García, de Economía, Martín Guzmán, y de Producción, Matías Kulfas, más la economista Cecilia Todesca, la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, el asesor Alejandro Grimson y el vocero Juan Pablo Biondi. Allí conversaron largo sobre la decisión que se anunciará hoy. En la sala hay una pantalla que transmite en directo los datos de la pandemia en todo el país. El Presidente insistió en su concepto de que si existe la posibilidad de salvar vidas, la cuestión económica pasa a un segundo plano. Igualmente, Guzmán, Kulfas y Todesca marcaron que todo el paquete de asistencia del Estado puesto sobre la mesa para contrarrestar el parate económico ya había comenzado a funcionar. Un dato fueron los 45 mil millones de pesos que los bancos repartieron en forma de préstamos a pymes para poder pagar los sueldos.
Vilma Ibarra quedó a cargo de la redacción del nuevo DNU prolongando la cuarentena hasta las 0 hora del 27 de abril. En principio, de acuerdo a las conversaciones que tuvieron ayer, no estarían detalladas en el texto las nuevas actividades que quedarían exceptuadas de las cuarentena. Se irán agregando luego, en resoluciones que vayan saliendo de Jefatura de Gabinete.
Qué cambia
«La cuarentena sigue como hasta ahora, no hay ningún tipo de flexibilización», era la afirmación que hacían en Olivos, para que no quedara en el aire la idea de que a partir del lunes arrancaba un aislamiento «light», de características más leves. Con todo, si bien la cuarentena sigue, habrá un poco más de posibilidades para algunas actividades que les plantearon los gobernadores, que tienen que ver con las economías provinciales. Hay tres provincias que no tregistran casos -Catamarca, Formosa y Chubut- y algunas tienen muy pocos. Pero en Gobierno remarcaban que para dar la aprobación, en cada caso deberán atenerse a un protocolo rígido que Cafiero discutirá primero con los sanitaristas.