La CTA Entre Ríos consideró que la crisis política que cristalizó en las masivas manifestaciones callejeras de diciembre de 2001, “fue el punto final de la capacidad de absorción de los sectores medios y bajos de las consecuencias de las recetas neoliberales derivadas del consenso de Washington”.
“Estas recetas, aplicadas sistemáticamente durante décadas, despejaron el camino para el reinado del sistema de valorización financiera del capital desplazando a las políticas económicas productivas, lo que derivó en la destrucción de miles de puestos de trabajo y la consecuente marginación de varias generaciones del sistema formal de trabajo”, expresaron.
“Se trató de años en los que la variable de ajuste, que sólo significaba la transferencia de enormes montos de dinero de una mayoría desempoderada hacia una minoría con poder, no era ya el salario sino la fuente laboral misma. Esta crisis política-económica-social derivó en una crisis de representatividad que en diciembre de 2001 cristalizó en un solo reclamo: “que se vayan todos”, indicaron.
La CTA consideró que hoy el escenario político es otro, donde los trabajadores pueden discutir salarios y las políticas de inclusión que la Central enarbolaba incansablemente en los aciagos ’90 son una realidad.
“Sin embargo, señaló que aún queda mucho camino por recorrer para restituir a los trabajadores lo que les fue arrebatado durante muchos años. Este es el desafío de la CTA, una Central que surgió en medio de una de las peores crisis que asolaron el país para dar respuestas válidas al conjunto de la clase trabajadora”, indicaron.
“Así como en los ’90 la CTA trabajó en pos de políticas de inclusión que fueron tomadas por el actual gobierno nacional, hoy la Central está en condiciones de señalar el mejor camino a tomar para generar las condiciones para más inclusión, más recursos para educación, seguridad, vivienda y salud entre otras obligaciones indelegables del Estado” se señaló en otro párrafo.
“En este sentido, en Entre Ríos se recordó que se presentó un proyecto de Reforma Tributaria que le dice al gobierno cómo optimizar la recaudación sin que el peso de la misma recaiga sobre los trabajadores y los pequeños y medianos comerciantes y emprendedores, alimentando el círculo virtuoso de la economía que se basa en el sostenimiento de las fuentes de trabajo y el consumo de las clases populares”, expresaron en última instancia.