La central gremial dijo que “resulta paradójico y contradictorio que tanto los representantes del gobierno nacional, la CGT, los sectores más concentrados de la economía como lo es la Unión Industrial Argentina, el campo a través de los representantes de la mesa de enlace y los sectores financieros, que actuaron en bloque y sin mostrar ninguna contradicción ideológica a la hora de acordar su voto”.
La CTA proponía llevar el salario a $2064. No obstante, el Consejo determinó que el aumento sea en forma escalonada: $1.400 para el mes de agosto, $1.440 a partir del mes de octubre para llegar recién al primero de enero del 2.010 a $1.500.
“No se abrió al debate como lo proponían nuestros representantes en dicho Consejo, la discusión de políticas económicas y sociales de carácter universal que necesitamos todos los argentinos para afrontar la dura crisis que destruye puestos de trabajo”, expresó.
Además reclamó que no se discutió un blindaje social que determine la suspensión de los despidos; un seguro de empleo y formación de carácter universal; la suba urgente de las jubilaciones, que garantice la movilidad hasta llegar al 82%; la asignación universal para la niñez y los recientes tarifazos.
Por lo tanto, la CTA determinó que se trata de la continuidad del modelo económico, “con la misma matriz distributiva, regresiva, perversa e inequitativa que continúa beneficiando a las patronales del campo y la industria”.