La crisis de Ayuí golpeó las puertas de la municipalidad

Cardozo trabaja en la empresa desde hace 25 años. Ingresó en 1989, cuando se inauguró la planta en Villa Zorraquín. “Somos trabajadores temporarios. Este año empezamos la temporada en marzo cosa que antes empezábamos a fines de febrero y desde octubre estamos parados sin poder trabajar”, señaló.

Una vez terminada la exportación, habitualmente seguían trabajando para el mercado interno. Pero este año, por la carencia de insumos y la falta de pagos a proveedores forzaron a la suspensión del trabajo. “Nos decían otra cosa pero sabíamos que era por eso. No había insumos, no se podía mandar la fruta, no se podía pagar a los fleteros para que salgan a buscar la fruta a las quintas para enviar a Buenos Aires hasta que llegamos a esta instancia”, dijo.

Por ende, Cardozo dijo que hoy nadie a Citrícola Ayuí “le tiene confianza”. “Entonces tenemos que parar. Lamentablemente en este tiempo, cuando llegan las Fiestas, cuando más se manda fruta porque los supermercados trabajan y justamente estamos parados nosotros”, indicó.

“Viendo el panorama como está y para el año que viene, si empezamos a trabajar, empezamos a trabajar en abril”, resaltó. El delegado explicó que de por sí es “complicado” mantener a una familia con el salario que perciben, era difícil pensar como hacerlo sin ese ingreso por varios meses. “Estar cuatro o cinco meses parados, más dos meses que venimos arrastrando de este año. Cómo no nos va a preocupar en cuanto al mantenimiento de nuestras familias”, reflexionó.

En el municipio fueron recibidos por el Secretario de Gobierno, Juan Domingo Orabona. “La verdad es que nos atendió muy bien y se comprometió a interceder y a hablar con el intendente y seguramente se juntará con el gobernador también”, señaló Cardozo. “Esperamos una respuesta lo más pronto posible. Estamos a la espera de eso”, señaló.

Los trabajadores debieron ir al municipio porque no tienen interlocutor en la empresa. “De Narváez que es el accionista mayoritario lo que se nos dice en la firma es que no va a poner ni un solo peso. Si el accionista mayoritario no quiere poner un solo peso para sanear la empresa o pagar las deudas, entonces ¿Qué podemos esperar? ¿Quién va a levantar la empresa?”, se preguntó.

Cardozo sostuvo que en la planta de empaque hay un centenar de personas que trabajan. Pero también hay personal de cosecha, de viveros a pesar de que solo le quedan cinco de las 14 quintas que poseía la empresa. “Vemos que se ha reducido el volumen de producción de la empresa. Y el año que viene tienen que salir a comprar fruta pero ¿quien le va a financiar? En el mes de octubre nomás se largaron cheques por $ 9 millones que no tenían fondos”, indicaron.

Por último, dijo que estaban en contacto con el Sindicato de la Fruta a la espera de una respuesta. De no haber novedades en un corto lapso, los empleados volverán a reunirse para analizar que hacer. “Vamos a tener que tomar algunas decisiones con los compañeros a ver como seguimos”, indicó.

 

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