Russo explicó que hubo un error en la parte de cómputos y se envió una factura con 61 días (corresponde a marzo y abril respectivamente que vencen en junio y en julio) por $ 9.716. En realidad, esa factura incorporaba dos meses: uno de $ 4.660 y otro de $ 4.953.
“Reconozco que hubo un error de la Cooperativa y por eso se le envió una nota aclarando la situación mandado las dos facturas que restituían la factura de $ 9.000”, indicó. No fue el único caso y Russo dijo que en todos esos casos se enviaron notas aclarando que había errores y que, ante cualquier duda, podían pasar por la Cooperativa. “El error humano existe y ante estas situaciones se corrigen”, mencionó.
Antes de ello, la Cooperativa le facturo en febrero, con fecha de vencimiento en abril, $ 4.819. Fue la última que se pagó y, para que quede claro que fue un error, Russo precisó que la última que vence en julio es de $ 3.643. “Volvió a sus valores y nunca superó los $ 4.819 que pagó en abril”, dijo.
Más adelante, el vicepresidente que el máximo aumento de la Cooperativa fue del 140 %. “Está representando por un 30 % del orden provincial más un 110 % del orden nacional”, dijo. Además manifestó que por efectos estacionales las facturas están volviendo a sus valores originales. “La última factura que vence en julio es la factura pura ya”, mencionó.
Tarifa diferencial
Por su parte, Sáenz haciéndose eco de la denuncia del responsable del Hogar, dijo que no es sorpresivo lo sucedido dado que es se están viendo aumentos desmesurados de la tarifa eléctrica a nivel local y nacional. “He podido acceder a una copia de la factura y el incremento supera el 500 % en la última factura recibida. De pagar $ 1.700 en noviembre a pagar casi $ 10.000. Es un aumento muy excesivo”, dijo.
Por ello, Sáenz pidió a la Cooperativa Eléctrica que incluya al Hogar de Ancianos en un sistema de tarifa diferencial. “La Cooperativa no tiene una dependencia municipal para que podamos intervenir pero la Cooperativa es de los ciudadanos y debe asumir algunos compromisos que genere alguna herramienta que brinde la posibilidad de una tarifa diferencial que responda a esta necesidad”, dijo.
Además dio cuenta de que la administración del Hogar tiene recursos para afrontar el incremento pero para ello, al mismo tiempo, debe reducir el consumo eléctrico. En consecuencia, deberían restringir el uso de oxígeno, de colchones especiales que necesitan energía, menguar la calefacción y atenuar la iluminación. En consecuencia, la salud y el bienestar de los residentes se verán afectados de una manera u otra.
Asimismo, la edil dijo que se han acercado muchos vecinos con facturas en sus manos pidiendo explicaciones o manifestando que no tienen dinero para afrontar el pago. Una situación preocupante teniendo en cuentan que muchos se calefaccionan con electricidad dado que carecen de gas natural. Quedarse sin energía con temperaturas mínimas de 0° grados como las que se están registrando es alarmante. De la misma forma, responsables de instituciones también se han acercado al Concejo para pedir ayuda que le permita afrontar la situación.
En algunos lugares del país, los intendentes apelan al poder judicial para poder frenar los incrementos. En otros casos, los vecinos apelan a poder ingresar en un sistema denominado tarifa social con costos mucho menores. “Esta situación es en todo el país y tiene que ver con políticas energéticas que se están llevando adelantes con un concepto de lo que es un derecho. Este ´tarifazo’ responde a entender que los vecinos han recibido subsidios que no corresponden, estigmatizándolos. Yo lo entiendo desde otro lugar. Hay un derecho a acceder a la energía porque eso corresponde a derechos primarios como la iluminación, calefacción y los medios de vida propio de una familia. No se trata de un exceso mismo de un derecho y por eso no estamos manejando los mismos conceptos a nivel nacional que los que argumento”, expresó.