“Las ventas en febrero vienen peor que las de enero”. Así se lo había anticipado a este diario Pedro Brandi, presidente del Grupo Construya. En el equipo económico vienen afirmando hace meses que la edificación será uno de los pilares de la recuperación del mercado interno. Pero hasta ahora eso es más expectativa que realidad. “La demanda del sector privado sigue sin aparecer. Hay algunos nichos de negocios, sobre todo en lo que se llaman grandes obras, donde intervienen los desarrolladores inmobiliarios con edificios de más de diez pisos, pero el 80 por ciento del movimiento general en la construcción se explica por las obras medianas y pequeñas, las refacciones y reparaciones. Eso depende mucho del poder adquisitivo y del crédito. Si las paritarias no son buenas y no baja la tasa de interés, la recuperación será difícil”, afirmó Brandi. En el Grupo Construya participan firmas líderes como Aluar, Loma Negra, Cerro Negro, Klaukol, Aqua System, Ferrum, Cefas y FV, entre otras.
El cemento fue un caballito de batalla del Gobierno para anunciar brotes verdes desde agosto del año pasado. Prat Gay había afirmado ese mes que hubo una suba en las ventas del material, lo cual adelantaba el comienzo de un ciclo expansivo para el mercado interno. Pero finalmente esa suba fue un efecto estadístico y con el correr de los meses las caídas continuaron siendo la regla del sector. La cámara de cemento, que se integra por Holcim, Loma Negra, Cementos Avellaneda y PCR, bajó su pronóstico de producción para este año. La cifra pasó de 11.196.000 de toneladas esperadas para todo 2017 a 11.000.000, un retroceso de 1,8 por ciento. Esto se debe a que entre enero y febrero de este año los despachos acumularon un retroceso del 9,2 por ciento respecto del mismo período de 2015, en tanto que se ubicaron 0,1 por ciento por debajo de igual lapso de 2016, año en que las ventas del material acumularon un retroceso del 10,8 por ciento.
Las caídas que experimentó la construcción el año pasado hicieron retroceder la producción de materiales para el sector a niveles de 2012. Esto provocó además un fuerte impacto en el empleo formal. Se registró un nivel de ocupación de 371.249 puestos en promedio mensual de 2016, lo que implicó un retroceso del 10,3 por ciento respecto de 2015, cuando hubo 413.675 puestos. Los datos de empleo estuvieron incluso por debajo de 2009, cuando estalló la crisis financiera internacional. A diferencia de la performance del 2016, la construcción había registrado una recomposición de puestos de trabajo del 6,5 por ciento en 2015 en relación con 2014 y se anotó el pico máximo de venta de insumos para el sector.