La clase media, sin techo

Héctor Oñate, Jefe del Departamento de Obras Privadas, señaló que a partir de 2003 comenzó a producirse un cambio en cuanto al movimiento de la construcción. “Hoy en Concordia estamos rondando en los últimos años los 60.000 m² incorporados legalmente a las estadísticas”, expresó.
Según Oñate, la construcción recupera los volúmenes que se manejaban en 1984, 1985. “Venimos de años muy duros, 2001, 2002 donde rondábamos los 31.000 m²; ahora lo estaríamos duplicando”, precisó.
No obstante, Oñate expresó que hay parámetros que son “llamativos y muy interesantes de analizar” que tienen que ver con que es lo que se construye. “Si uno observa a quienes van dirigidos esos metros cuadrados, vamos a observar que aparecen en los últimos años las grandes construcciones de importancia”, sostuvo.
“Vamos a ver que aquellos planes de vivienda encarados a través del Banco Hipotecario que iban destinados a la clase media para posibilitarle la construcción de una vivienda tipo de 60 u 80 m² casi ha desaparecido”, añadió.
El auge de la construcción hace punta en dos segmentos. Uno de ellos son las grandes viviendas. “Tal es así que cuando viene la gente de DGI a trabajar aquí a sacar registros de nuestros libros, le llama la atención de porqué Concordia aparecen esas grandes casas, de 300 o 400 y hasta 700 m², preguntando quienes viven, de que trabajan”, expresó el titular de Obras Privadas.
“En otro lado, como ser Paraná se da otra situación donde aparece más la construcción de clase media y aparecen edificios de departamentos también dirigidos a clase media un poco más alta”, diferenció.
El otro segmento que empuja el índice de la construcción son las viviendas dirigidas a personas de escasos recursos o de recursos medio bajos, sea la erradicación de viviendas precarias o de cooperativas de viviendas. “Se han construido más de 400 por el IAPV”.
Las estadísticas corroboran las expresiones de Oñate. Por ejemplo, en enero de este año se construyeron 2.051 m² de obras nuevas (casas de grandes dimensiones) mientras que la superficie que abarcó las ampliaciones (se entiende que pertenecen a la clase media) fue de 683 m². En febrero, los guarismos fueron 4.508 m² (obras nuevas), 866 (ampliaciones) y 2169 (viviendas de interés social). En marzo, 3.688 (obras nuevas); 317 (ampliaciones). En abril, 5011 (obras nuevas) y 48 (amplaciones), etc.
En consecuencia, Oñate expresó que ha desaparecido con el tiempo “la famosa ampliación del dormitorio, del garage”. “Hoy estaríamos en los mismos parámetros de los años 80; la diferencia es que aquellos eran planes de vivienda encarados por el Banco Hipotecario y hoy eso no está presente”.
El titular de Obras Privadas aseguró que el crédito para acceder a la construcción de clase media ha desaparecido. “La vivienda de 60, 65 m² está en vías de extinción”.
Desde su punto de vista, si la clase media construye, “lo hace a pulmón, fuera de normas y de todo el sistema o directamente no lo hace”.
Incluso, reveló que cuando se le pide que arreglen veredas, “vienen con recibos de sueldos, que no tienen para arreglar, que no pueden y seguimos dilatando. Son empleados comunes que no pueden encarar una mejora o necesitan hacer una habitación y no la pueden hacer o la empezaron con los hijos y quedó ahí y no la pudieron seguir haciendo”.

Ocupación preventiva

Un dato que revela el auge de la demanda de las viviendas de interés social es el hecho que en la misma semana que el gobierno entregó casas en el barrio San Pantaleón, 84 familias parcelaron una manzana perteneciente al barrio 11 de Junio y se instalaron a acampar. Argumentaron que si no ocupan el terreno, van a venir vecinos de otros barrios a instalarse en ese lugar.
Los acampantes manifestaron que se encuentran esperando una respuesta por parte del intendente Juan C. Cresto, quien estuvo el martes por la mañana y les dijo que el municipio no puede afrontar un gasto de ese tipo, pero prometió darles una respuesta.
Lo cierto es que estos terrenos estaban cotizados en 13 pesos por metro cuadrado, y ahora ascendió a 23 pesos. Una de las vecinas, María Verónica Maidana, a cargo de 6 hijos, expresó que “somos 84 familias que estamos esperando la respuesta de los dueños, para ver a qué conclusión se llega con el intendente. Castrignano, el dueño del terreno, pide 600.000 pesos por todo”.
Por otra parte, sostuvieron que “desde el domingo a las 6 de la mañana estamos acá y esta noche nos traen una respuesta. Hace 2 años que estamos pensando en ocupar el terreno junto a la presidenta del barrio, Gladis Rivero. Todos nos criamos y tenemos nuestras familias acá. Vinieron personas de otros barrios pero le dijimos que no era para gente de otros barrios sino para los del barrio 11 de Junio”.
Para dividir el terreno cada uno se manejó marcando 10 metros de frente por 20 de largo, y “esta noche empezamos a levantar las casillas. De acá no nos vamos a ir, vamos a esperar la respuesta” aseguraron. Además, destacaron que “el intendente nos apoyó para que cerquemos toda la vuelta con las casillas hasta que nos den una solución”.
Maidana aseguró que la idea de los vecinos es: “quedarse acá, porque si no van a venir de otros barrios. El domingo a la mañana hablamos con el dueño del terreno, y dijo que iba a llegar a un acuerdo con el intendente y si no se arreglaba, él igual iba a llegar a un acuerdo con las personas que estamos acá. Nosotros no queremos otro lugar, queremos quedarnos porque en este lugar si no, hay violaciones, muertes y asaltos, porque te bajas del colectivo y ya te están apuntando. De acá no nos vamos a mover” subrayó.
Ivana de 25 años y su pareja, Jorge de 29, que trabaja en construcción. Expresaron que recurrieron a la ocupación buscando un lugar, porque tienen una nena y “el IAPV no te da ninguna respuesta, no te da solución a nada. No pretendemos que nos den una casa hecha, pero por lo menos el terreno, y construir nosotros”
En cuánto a cómo surge la idea, manifestaron que “nos lo dijo la presidenta del barrio. La presidenta tenía pensado usurpar el terreno. El intendente no nos prometió nada, pero dijo que iba a ver si se llegaba a un arreglo con el dueño, pero es mucho lo que pide. Si no se llega a un acuerdo, dijo que la presidenta aseguró que se iban a quedar igual”.
No obstante, otro vecino sostuvo que ha ido al IAPV y “estoy anotado hace 5 años. tengo un hijo discapacitado y necesito un lugar para vivir. Actualmente vivo en el barrio Juan XXIII, pero antes vivía acá, por eso me incluyo”.

Los créditos de la Nación

La única posibilidad con la que cuenta la clase media para acceder a una vivienda se encuentra en los créditos bancarios. El domingo, el diario Clarín especificó algunas de las cuestiones referentes a los créditos que lanzó el gobierno nacional para que las familias que alquilan puedan acceder a una viviendas propia. En la mayoría de las ofertas se publicita que la cuota será cercana a los 900 pesos para créditos de 100.000 pesos a pagar en 25 ó 30 años.
En tanto, los bancos financiarán hasta el 100 por ciento del valor del inmueble si este no supera los 200.000 pesos. Entre ese monto y los 300.000 pesos, la financiación máxima es del 90 por ciento del valor del inmueble.
En cuanto a las tasas, algunos bancos optaron por ofrecer tasas fijas durante toda la vigencia del préstamo. Otros se inclinaron por una combinación de tasa fija los primeros años y luego variable, en función de una referencia como puede ser una tasa testigo que diariamente determina el Banco Central.
La tasa fija podría encarecer el crédito, porque el deudor se pierde la posibilidad de pagar una tasa menor si caen las tasas de referencia del mercado. Pero a la inversa, se asegura una cuota estable hasta el final, y se mantiene ajeno a una potencial suba de las tasas.
Entre los requisitos para acceder a un préstamo, se cuenta la posibilidad de presentar un contrato de alquiler y los recibos de pago de al menos ocho meses de dicho contrato, para que los bancos tomen esa documentación como comprobante de ingresos. De todas maneras los bancos no están obligados a darle un crédito a cualquiera que presente esa documentación. Vale aclarar que estas líneas son exclusivas para inquilinos que quieran comprar una vivienda única y de ocupación permanente.
Esta opción estaba contemplada en la operatoria anunciada en un principio por el Gobierno y pero hasta ahora sólo la ofrece el Banco Supervielle. Se trata de elegir una propiedad. El banco la compra y se la alquila al interesado, quien durante 15 años paga una cuota mensual (llamada canon) por el equivalente al 0,83 por ciento del valor del inmueble. Cumplido ese plazo, el inquilino tiene la opción de comprar el inmueble, pagando el 40% de su valor. La propiedad se tasa cada dos años para determinar cuánto es, en pesos, el 0,83%.

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