«LA CASA TRAGICA»

CARCEL (Imágenes de la Casa Trágica)

Con lo expresado no estoy tratando de inocentar  al delito, repudiable por supuesto, sobre todo cuando viene cargado de violencia, por decir : el femicidio, el crimen de niños o la violación. Los culpables de estos delitos,  repugnantes y abominables, están  en las cárceles . También llegan allí, hombres y mujeres dignas, equivocados  tal vez, producto  de la desesperación  propia de  nuestra condición de Humanos. Nadie esta exento de estar en prisión. Pensarlo de este modo, tal vez, nos ayude a comprender la complejidad de las conductas humanas y nos haga un poco mas  sensibles frente al dolor de los demás.

El penal de Gualeguaychú no ha estado ajeno a esta realidad. Criminales abominables  y personas dignas han ocupado sus celdas, entre estos últimos, muchos llegaron  víctimas de un sistema judicial clasista y perezoso , tal el caso de «Atilio Soria» ,  otros por razones políticas. Cabe señalar en este sentido , aunque no es motivo de la nota, que dos Intendentes de Gualeguaychú estuvieron presos en esta cárcel, me refiero a Daniel Irigoyen y Emilio Martinez Garbino. Me detengo acá, tentado de seguir con el tema de los presos políticos , que en los años setenta llegaron a ser cerca de doscientos. Unos cuantos de Gualeguaychú.  Mucho antes, algunos anarquistas también fueron «huéspedes» de este oscuro lugar, condenados por de sus ideas y accionar político. Por otras circunstancias, algunos  presos, los menos, alcanzaron fama y prestigio. Este es el caso de Raimundo Adrián Peralta (el Chivo) sentenciado por  un crimen que decía no haber cometido. Estuvo veinte años preso. Protagonizó resonantes fugas y los niños  de entonces, escasos de super héroes, lo admirábamos.

Lo cierto es que La Unidad Penal N°2, en medio del barrio de  Pueblo Nuevo,  y en medio de nuestras contradicciones ha sido testigo de la vida de Gualeguaychú. Sórdida y silenciada, no en vano fue calificada por el novelista MARIO CESAR GRAS como  :  » LA CASA TRAGICA» .

 

LA NOVELA

Siempre escuché hablar que a esta novela , la «Casa Trágica» , la  habían hecho desaparecer. Nunca supe si era un mito o si realmente había ocurrido. Lo real es que existen pocos  ejemplares  y que no ha sido  mucho el entusiasmo por reeditarla. Tampoco  «la cultura» de Gualeguaychú se ha encargado de hacer conocer esta magnífica obra. El motivo es muy sencillo,  tanto el autor como los primeros editores dejaron bien en claro que esta novela  reflejaba la realidad . Realidad denunciada , investigada y probada por  el  escritor .

Mario César Grás , su autor, fue Fiscal de una causa contra las autoridades de la Penitenciaria de Gualeguaychú, transcribo parte  de su  dictamen :

 

«Y fluye esa protesta, Señor Juez, como un deber de conciencia en quien lee las páginas sombrías de este expediente de donde parecen salir a veces ayes de dolor y gritos de angustia apenas ahogados por el rechinar de los cerrojos o la voz imperativa de los mandones».

La novela se publica en 1927, los hechos denunciados seguramente son de pocos años antes, 1925 tal vez . «Hilarión Frutos» es el nombre ficticio del Director del Penal, un funcionario depravado, cruel y perverso. En la realidad este sujeto tenía  nombre y apellido cierto,  como lo tenía el Sistema Judicial de nuestra ciudad. La novela de Gras en definitiva termina cuestionando, tal vez sin quererlo, a la sociedad de entonces, desentendida de lo que ocurría intramuros. Entiendo que a la actual, también nos debe interpelar.

La nota del editor del libro se encarga de aclarar lo expresado :

«El drama impresionante que en la CASA TRAGICA se relata fue tomado del natural. Fueron los sucesos mismos quienes hablaron a la conciencia profesional y al delicado sentimiento artístico del autor. La vida interna de la penitenciaria de Gualeguaychú, pintada magistralmente en esta obra , los vejámenes injustos a que eran sometidos los reclusos y la refinada crueldad de algunos suplicios están descritos con absoluta fidelidad. No son productos de la fantasía imaginativa del novelista ni recursos del literato »  .

Mas claro echale agua .A nadie les servía que se conocieran las brutales crueldades que se cometían en este «pacífico» pueblo . Estamos hablando de la misma época de los hechos del   año 21 .El asesinato de cuatro obreros en la Plaza Principal de nuestra ciudad. Posiblemente eran los mismos Jueces   y los mismos actores sociales.

LA HISTORIA

Aclaro que no contaré el final de la novela , solo comentaré algunos rasgos de su argumento.

Atilio Soria era un joven agrónomo trabajador de la estancia  «Los Ombúes» cercana a Concepción del Uruguay, allí, en defensa propia mata al capataz, hombre taimado y prepotente, además de ladrón. Lo cierto que Atilio queda culpado de homicidio y es condenado a doce años de prisión. Esta circunstancia se da pues le enredan la causa, además ,su abogado fue muy activo para vaciarle los bolsillos y extremadamente abúlico para ejercer la defensa.  Atilio es trasladado de Concepción del Uruguay a Gualeguaychú en tren , esposado,  pero acompañado de un piadoso y ejemplar comisario que comprendía la angustia de ese joven injustamente condenado.

 

EL VIAJE

Es mas que interesante el relato del viaje, imaginemos el ferrocarril , sus asientos de madera lustrosos , la lentitud, el cambio de ramal ,el paisaje y los nombres de estaciones y parajes bien conocidos por nosotros .

Es proverbial la lentitud de los trenes en Entre Ríos , una lentitud desesperante, no igualada seguramente en ninguna parte del mundo. Las distancias se alargan en el tiempo, como si se quisiera poner a prueba la resistencia y la paciencia de los viajeros»

En este tren venía el condenado Atilio Soria e hizo su primera parada en Caseros, allí tuvieron «una larguísima espera» . La próxima estación sería Herrera , luego Mantero,  muy cerca estaba la estancia «Los Ombues» donde había ocurrido la tragedia . Basavilbaso fue el punto más movido pues el tren fue retirado para dar paso al que venia de Concordia , largo plantón para retomar el tren que saldría para su destino definitivo. 

«De pronto la voz del guarda abrió la puerta del coche y anunció en alta voz:

-Los que van a Gualeguaychú, deben cambiar de tren.

Gilbert, Escriña y Urdinarrain.

En Urdinarrain el comisario Vivanco, se encuentra con su hija quien era maestra en esta Villa. Parera y finalmente en un atardecer lluvioso y frio llegan a GUALEGUAYCHU.

 

EL INGRESO

«Por fin llegaron .

El edificio de la penitenciaría se alzaba imponente y solitario, en el extremo sur de la ciudad, cerca del rio.

Su portada, apenas iluminada por un pequeño foco eléctrico , estaba guardada por un piquete de diez o doce soldados armados a winchester…………….. La enorme angustia que embargaba su corazón desde que conoció la sentencia condenatoria , se multiplicó al infinito cuando se encontró frente al abominable edificio de la cárcel. «

 

LOS PADECIMIENTOS

Las condiciones en la cárcel serán atroces , en la novela  y en la realidad. Esto último fue probado por el Fiscal . Solo señalaré que los presos se morían tísicos, tirados en celdas oscuras junto a los muertos que eran retirados solo cuando se hacía insoportable su descomposición. En forma deliberada se alentaba la propagación de la tuberculosis entre la población carcelaria. El espanto y el horror ocurría en este pueblo , no en la Siberia Rusa ni en los campos de concentración nazi . A la vuelta de nuestras casas, en Gualeguaychú, hace algún tiempo, no tanto . 

 

                                                                      Osvaldo Delmonte

 

Los encomillados son del libro La Casa Trágica de Mario Cesar Gras,

edición de 1927.

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