Según consigna el diario El Argentino, la información no debería alarmar ni sorprender, porque la reproducción de algas data de varias temporadas estivales.
Actualmente, el municipio de Chajarí implementó una campaña de información dirigida hacia sus vecinos que consiste en la recepción de un folleto que se distribuye conjuntamente con las boletas de las tasas e impuestos. En Federación, la Codesal, contrató una embarcación que retira (succiona) el verdín de las playas que se utilizan como recreación. La situación, se reiteró no es de alarma, pero sí es preocupante en todo el río Uruguay, incluyendo Gualeguaychú.
Técnicos de la CARU aclararon que las algas no son tóxicas, aunque se encontraron algunas en el lago de Salto Grande que tenían presencia de microsixtinas, una de las tantas sustancias que la tornan dañinas para la salud.
Estas clases de algas lo único que tienen de vegetal es que realiza fotosíntesis, pero pertenece al reino de las móneras y de las protistas. En rigor, si se las considera como bacterias deben ser clasificadas como protistas, pero cuando conforman las colonias se las denominan moneras.
Estas algas se generan principalmente por aportes de nutrientes como fósforo y nitrógeno, además de restos de fertilizantes que desembocan a lo largo de todo el cauce del Uruguay como consecuencia de una intensiva actividad agraria que abarca a Brasil, Argentina y Uruguay; a lo que se debe sumar los aportes cloacales, con sus detergentes y todo lo que trasladan las denominadas “aguas grises” de ambas orillas. Al respecto, es oportuno remarcar que Gualeguaychú es la única ciudad de la cuenca que posee una planta de tratamiento de efluentes cloacales, considerada por su tecnología y capacidad de recepción única en su género.
En cuanto a la actitud que debe adoptar la población frente al fenómeno de las algas, se indicó que “la situación no es alarmante, pero en estos casos es preferible observar una conducta responsable y preventiva”.
Lamentablemente hay puntos críticos donde se requiere una especial atención, sobre todo por las apuestas en emprendimientos turísticos como Federación y Concordia. Y se aconseja que si las aguas de la playa presentan un color verde-amarronado, directamente las personas no deben bañarse; y si el color es solamente verde (como si fuera yerba esparcida) inmediatamente a su inmersión, la persona debe ducharse para evitar problemas en la piel, irritación en los ojos e infecciones en los oídos e incluso males mayores que afectan las funciones hepáticas.
“La campaña es netamente de prevención y concientización, especialmente para zonas alejadas de Salto Grande. Y en el caso de Gualeguaychú, si bien no hay riesgos es necesario presentar la advertencia para ir generando una mayor conciencia y responsabilidad”, se indicó desde la CARU.