Desde la beatificación de Brochero, el 14 de setiembre de 2013, "ya nada es igual en nuestro pueblo. Se fue perdiendo la tranquilidad, la siesta es ruidosa por la gente que va y viene, por los micros y los autos", manifestó a Télam Ana María, una vecina que tiene su vivienda a una cuadra de la plaza principal y del Santuario de Nuestras Señora del Tránsito y Beato Cura Brochero donde se desarrolla todo el desplazamiento brocheriano.
La mayoría de los vecinos consultados por Télam manifestaron su devoción por el cura Brochero y celebraron la santificación, sin embargo no están muy de acuerdo con los cambios que generan en sus costumbres.
"La plaza ya no es nuestra. Antes era nuestro lugar de paseo, nos sentábamos a conversar, a socializar. Hoy no tenemos ese lugar, está permanentemente ocupado por gente que viene de afuera", dijo Laura, que tiene su vivienda en los alrededores.
También toman conciencia que el tránsito de peregrinos se va a incrementar luego de la canonización y que les va a ser difícil mantener su idiosincrasia, particularmente para los que residen a dos cuadras a la redonda de la parroquia, el museo y la casa donde murió el cura Brochero.
Oscar Marcoleta, de 94 años, que tiene su hogar al lado de la vivienda donde murió Brochero, el 26 de enero de 1914, afirmó que "el pueblerino manifiesta su fervor de manera silenciosa e íntima", al referirse a la inminente canonización.
"Nosotros tenemos a nuestro curita todos los días, lo visitamos, nos bendice, mientras que el que viene de visita quizá sea la única vez que puede hacerlo, entonces lo vive de otra manera: con fervor y con alegría", dijo a Télam, al referirse al movimiento constante de fieles visitantes en la zona céntrica.
Alejado apenas un par de cuadras de la zona céntrica se mantiene la docilidad pueblerina, lo afable y pausado de las personas que viven su vida con normalidad y a puertas abiertas de sus viviendas, tratando de ser protagonistas ajenos al movimiento religioso y del merchandising brocheriano que se montó en la plaza.
Mientras, de los micros descienden contingentes de alumnos de escuelas de la provincia de Salta y otro de turistas de Mar del Plata para interiorizarse de la vida, obras y acciones de Brochero; en los alrededores los trabajadores municipales y servidores brocherianos de la iglesia trabajan intensamente para mantener limpia y embellecida la localidad contigua a Mina Clavero.
En la Plaza del Centenario se monta un escenario para los show artísticos y la vigilia previa a la canonización, para luego, alrededor de la medianoche trasladarse a unos 400 metros al Predio de la Providencia del Obispado, donde se levanta la nueva iglesia, para seguir las instancias de la canonización mediante pantallas gigantes.
"Estimamos que vamos a recibir entre 40 mil a 50 mil personas. Estamos trabajando para poder responder a las demandas de servicios", manifestó a Télam el intendente Gustavo Pedernera y si bien dijo que los hospedajes formales están reservados en su totalidad para esa fecha, el organismo de Turismo municipal habilitó un registro de oferentes para el alojamiento en viviendas particulares.
"En nuestro pueblo va a ocurrir un hecho histórico", sostuvo el intendente y adelantó que para consolidar el corredor religioso se trabaja junto al Ministerio de Turismo de la Nación, la provincia, el Obispado y el sector privado en proyectos de obras de infraestructuras, capacitación y la puesta en marcha de un Manual de Buenas Prácticas en Turismo Religioso.
"No queremos que nuestro pueblo sea solamente un lugar de paso, sino un lugar de residencia, de pernoctación, de gastronomía, que eso implica no solo una gran inversión pública y privada, sino también determinar las políticas para preservar el ambiente, nuestra idiosincrasia, nuestra cultura y nuestra tranquilidad", resaltó Pedernera.
