Las irregularidades señaladas por el Tribunal de Cuentas fueron detectadas en el balance de 1999. En un primer caso, se objetaron gastos por $ 2.859; luego por $ 7.000 y finalmente por $ 4.000 más (gastos efectuados en el comercio “Delgado Vidrios” que estaba cerrado en esa localidad).
En muchos casos, las facturas o comprobantes se rindieron sin que se supiera quien recibió los bienes o servicios abonados, “y si realmente se recibieron”, acotó el fiscal. Otros comprobantes no están a nombre del municipio sino que figuran en blanco. Hay compras que superan el monto de compra directa (trofeo de pesca de $ 1700; un equipo con caja volcadora para un camión Ford por $ 78.000 –Larrarte señaló que no se investigó si la compra había sido fraudulenta-).
Nadie regulaba el otorgamiento de viáticos para viajes, con montos regulados en función de la distancia o de los tiempos. “Esto para prevenir posibles irregularidades”, añadió. En realidad, la caja del municipio se convirtió en una verdadera “caja de Pandora”:
• En una orden de servicios por $ 500 del 13 de marzo de 99, aparecen gastos efectuados del 1 al 15 de marzo firmados por Fuertes. Hay una boleta adulterada de “Quincho de Paja” (un restaurant ubicado en Av. Laurencena y José de San Martín, Paraná) pero los tickets presentados de recargas de combustibles pertenecen a estaciones de servicio de Buenos Aires.
• “Burda adulteración en las fechas” de una boleta de un negocio denominado “Costanera” de la ciudad Mendoza. La fecha de la boleta es 30/03/99, pero el 3, correspondiente al mes, fue remarcado para tapar un 7, indicó el fiscal. Justamente, entre el 16 y el 18 de julio, Fuertes había viajado a Mendoza.
• Una alineación del 25 de marzo sin nombre de adquirente o usuario, una pastilla de freno para un VW Gol sin ningún tipo de membrete. “Un mero control hubiera dado cuenta a los firmantes de las irregularidades apuntadas. Es evidente que aceptaban cualquier tipo de gastos y facturas”, agregó.
• Hay rendiciones pertenecientes al mes de marzo donde figuran facturas de un restaurant, con fecha del 19 de enero; gastos de combustible, fecha 11 de enero; gastos de peaje de un viaje a Buenos Aires realizado el 13 de abril; una factura adulterada de un garage llamado “Mitre” de la ciudad de Mendoza; una factura de la parrilla “El Tropezón” de avenida Warnes sin fecha ni beneficiario; la compra de dos puertas de (Ford) Falcon del 14 de abril; facturas de alojamiento de Fuertes en un hotel llamado Libertador del 16 de abril siendo que había facturas de la ciudad de Mendoza de ese mismo día; el mismo día alguien almorzó en el comedor “Las Palmas” de Villaguay.
• Factura adulterada de $ 143 pertenecientes a un restaurant de fecha 18 de junio pero rendidas siete días antes.
• Factura adulterada del Parador “Los Manantiales” (Gualeguaychú), donde “dos personas se hicieron pasar por cuatro, incrementándose el monto de $ 100”.
• Numerosas facturas adulteradas del kiosco-bar “Las Tunas” y del garage “Mitre” de la ciudad de Mendoza.
• Factura adulterada por el abono de una habitación doble en uno de los numerosos viajes de Fuertes. “Utiliza una habitación doble y paga el municipio. Yo cuando viajo en comisión de servicios, ni siquiera me paga un hotel el Poder Judicial”, dijo Larrarte.
• Además, hay facturas de lavado de vehículos, compra de electrodomésticos (adulterada), elementos de telefonía, cenas en el Club Salto Grande (adulterada), revelación de fotografía, adquisición de juegos de mesa, etc.
• Subsidios de Acción Social otorgados por el municipio a particulares por $ 400. “No existe intervención de funcionario alguno que certifique la real necesidad. Como tampoco existen pautas o reglamentación para su otorgamiento. En la mayoría de los casos, aparece el nombre de los beneficiarios, omitiéndose los números de documento”, puntualizó. Incluso, agregó que en muchos casos, los gastos efectuados no condicen con la necesidad planteada para desembolsar el subsidio.
• Las facturas adulteradas pertenecen a distintos rubros: estaciones de servicio, un negocio de herrajes, etc. “Podría seguir hasta cansarme”, dijo Larrarte.
“Casi” asociación ilícita
“Esto no hace más que demostrar el accionar doloso de los imputados. Los cuatro evitaban el control de la facturación y lo hacían de esa manera para poder encubrir la actividad del intendente municipal”, expresó. Incluso, Larrarte se mostró convencido de que los cuatro “casi” habían conformado una asociación ilícita, delito que no es excarcelable.
“Uno de ellos realizó la acción típica, en tanto los otros consintieron, toleraron y no evitaron los resultados. Los hechos se prolongaron en el tiempo. Los tres, con un mínimo de diligencia, hubiesen podido imponerse en salvaguarda de los bienes jurídicos que debían resguardar”. Larrarte consideró como agravante que dos de ellos son contadores (Velazco y Saporittis).
Larrarte afirmó que se puede malversar por acción u omisión. “Después de consumados los delitos, asumieron un pacto de silencio, no denunciaron el hecho. No es posible que los delitos se hubieran podido cometer sin el silencio y complicidad de estos tres funcionarios”, dijo.
El representante del Ministerio Público, por último, dijo que los cuatro imputados debían responder en calidad de “coautores” del delito de malversación de caudales públicos y del uso de documento privado falso. Por ello, solicitó penas de prisión condicional, inhabilitación absoluta para cargos públicos, y trabajos sin remuneración en la Gruta de Lourdes o en el Asilo de Ancianos.